Respuestas
Respuesta:
Los principales 5 /Porfis dame corona :3
Explicación:
1. Hernán Cortés
No fue un ogro ni un loco, sino un hombre extraordinario y carismático con defectos y virtudes, así lo describen dos de sus grandes biógrafos, el francés Bartolomé Bennassar y el mexicano Juan Miralles. En una entrevista publicada por El País, el historiador mexicano asegura que Cortés “Fue cruel cuando hizo falta y maquiavélico siempre. Pero también genial a ratos, emprendedor y moderno para su época”.
Nunca aprendió a hablar las lenguas indígenas, rechazó la religión porque estaba en contra de los sacrificios humanos.
La Malinche fue su primera mujer. Era polígamo y tuvo descendencia porque creía que el mestizaje era una garantía de la colonización.
Bartolomé Bennassar narra que era un genio espontáneo en lo militar. Un político profético, excelente. Y según sus indagaciones, Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamiran era un hombre de negocios de altos vuelos: importó la caña y los molinos de azúcar con éxito y las moreras y la seda; se le dio bien la cultura del trigo y la ganadería vacuna, lanar y porcina. Compró minas de plata y las explotó racionalmente.
Murió un dos de diciembre de 1547 en Sevilla, España. “Si hubiese podido conquistar pacíficamente, lo hubiera hecho. Siempre consideró a México un pueblo igual en razón, arte y organización al europeo. Amó mucho a ese país”, informó Bennassar en la entrevista para el diario madrileño.
2. Cuauhtémoc
Fue el último tlatoani mexica de Tenochtitlán. Asumió el máximo poder político de los mexicas tras haber sido tlalcochcálcatl (jefe de armas) de la resistencia a los conquistadores, y fue considerado como líder militar durante las batallas.
A fin de evitar más sufrimientos a su pueblo, sitiado por los españoles que impedían la llegada de alimentos a Tenochtitlán, se rindió al conquistador. Hernán Cortés le pidió que le dijera dónde se encontraba el tesoro imperial, cosa a la que el último tlatoani se negó y fue castigado y atormentado a tal grado de quemarle los pies.
Fue asesinado en un lugar llamado Izancana, el 28 de febrero de 1525, junto con Coanacoch, Rey de Texcoco y Tetlepanquetzal, Rey de Tlacopa.
3. Moctezuma Xocoyotzin
Su encuentro con el colonizador español tuvo lugar en noviembre de 1519 en el paso elevado del sur que conducía desde tierra firme, cruzando el lago de México. Cortés llegó con cuatrocientos o quinientos europeos, acompañado de porteadores y siervos de tribus enemigas de los aztecas, a las que había convencido para que lo sirviesen.
El 8 de noviembre de 1519 estuvieron de frente Moctezuma y Cortés y en ese momento el tlatoani reconoció el retorno del dios a su ciudad. No obstante, cuando entraron a la Casa Real lo mantuvieron preso y fueron tomando cuanto les pareció de valor de sus riquezas.
El tlatoani no pudo hacer nada, pues Cortés contaba con 400 hombres europeos y 300 indígenas enemigos de los aztecas; tuvo que acceder a todas sus peticiones.
Finalmente, murió en junio de 1520. De acuerdo con varias versiones, falleció de lesiones luego de tratar de calmar un tumulto en el Templo Mayor.
4. Cuitlahuac
A la muerte de Moctezuma II, su hermano Cuitláhuac sube al trono tenocha. No obstante, al poco tiempo murió víctima de la gran peste de viruela que afectó fuertemente a la población mesoamericana. Así, el trono del tlahtoani quedó vacante hasta que se escogió a quien para 1515 era Señor de Tlatelolco: Cuauhtémoc.
5. La Malinche
Malintzin, Marina, Malinche dio a luz a Martín, el primer mestizo mexicano, el hijo del conquistador, el hijo del amor, de la violencia, del odio, de la improbable reconciliación. Es la vida construida a partir del cataclismo más grande de la historia.
Su nacimiento impreciso se ubica entre 1501 y 1504, fue una indígena de origen chontal, del poblado de Painala, en actual estado de Veracruz, que murió hacia 1527”.
“Fue un personaje en constante transformación que, de esclava de Cortés, se convirtió en la principal mujer de Estado en el Nuevo Mundo, incluso daba órdenes militares y aprendió los toques de mando con la trompeta”, expresó Luis Barjau, el autor de la obra “La Conquista de la Malinche “, editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y el sello Martínez Roca.
“Fue una hábil y desenvuelta negociadora, no sólo tradujo las conversaciones y convenios entre Moctezuma y Hernán Cortés —cuando en 1519 fue regalada a los españoles junto con otras 19 doncellas—, sino que también fue el enlace entre los diálogos previos, durante y posteriores al asedio de Tenochtitlan”.