Caminaba por el centro de la ciudad. Sus
catorce años lo llevaban rápido. Miraba a
todos lados, parecía esperar algo o a
alguien. Sus pelos largos, sus ropas, más un
aro al costado de la nariz lo convertían en
sospechoso. De pronto, el escándalo. —Es él
—gritó una señora—. Él me empujó, me robó
la cartera, mire como tengo la cara —recriminó enfurecida. Un policía apareció
en escena como caído del cielo y tomando del brazo al muchacho le dijo: —
Quédate quieto, pichi, o te parto el brazo. Cambiando el tono y la cara
preguntó al señor que acompañaba a la mujer: — ¿Es él? El muchacho gritó —
Yo no fui. ¿Qué dice esta vieja? El policía volvió a preguntar. El muchacho volvió
a gritar. —Pregunto por última vez —dijo el policía. —Seguro, claro que es él, yo
le vi un arito —dijo el hombre.
a) Decidir cada uno si el muchacho es inocente o culpable y explicar por qué.
c) ¿El arito prueba algo?”.
d) Analizar los prejuicios que puedan pesar en el momento de juzgar.
Respuestas
Respuesta:
La D es la más razonable
Explicación:
Caminaba por el centro de la ciudad. Sus
catorce años lo llevaban rápido. Miraba a
todos lados, parecía esperar algo o a
alguien. Sus pelos largos, sus ropas, más un
aro al costado de la nariz lo convertían en
sospechoso. De pronto, el escándalo. —Es él
—gritó una señora—. Él me empujó, me robó
la cartera, mire como tengo la cara —recriminó enfurecida. Un policía apareció
en escena como caído del cielo y tomando del brazo al muchacho le dijo: —
Quédate quieto, pichi, o te parto el brazo. Cambiando el tono y la cara
preguntó al señor que acompañaba a la mujer: — ¿Es él? El muchacho gritó —
Yo no fui. ¿Qué dice esta vieja? El policía volvió a preguntar. El muchacho volvió
a gritar. —Pregunto por última vez —dijo el policía. —Seguro, claro que es él, yo
le vi un arito —dijo el hombre.