¿cómo Estados Unidos interviene en América Latina y cuáles son los pactos internacionales que se dieron?
Respuestas
La diferenciación regional y la política estadounidense
La relación de EEUU con las subregiones latinoamericanas ha adquirido diversas formas, que se han ido diferenciando cada vez más. Los países ubicados en la Cuenca del Caribe y la costa norte de Sudamérica, que enviaban más de 40% de sus exportaciones a EEUU en la década de 1980, exportan hoy a ese país un porcentaje más elevado. Por otra parte, casi todos los demás países latinoamericanos, que en los 80 enviaban menos de 30% de sus exportaciones a EEUU, hoy destinan a ese país un porcentaje menor. Una de las principales explicaciones, por supuesto, es geográfica, y está relacionada con la proximidad. Sin embargo, la geografía no se ha modificado y la proximidad debería ser menos importante a medida que la tecnología se desarrolla. Las políticas desplegadas por EEUU –la Iniciativa para la Cuenca del Caribe, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) y, más recientemente, el Tratado de Libre Comercio de América Central y República Dominicana (Tlcac-RD)– están reforzando esquemas claramente distintos. En este contexto, la Cuenca del Caribe y el Cono Sur se mueven en sentidos opuestos en relación con EEUU, mientras que los países andinos también siguen un camino diferente. Para Chile, Brasil y Argentina (y, hasta cierto punto, para el resto de los países del Mercosur), EEUU es solo uno más de los cuatro interlocutores principales (los otros son Asia, Europa y el resto de América Latina). Para estos países, EEUU no es el único, ni siquiera el principal foco a tener en cuenta para sus políticas. Aunque es un punto de referencia importante, no es «el norte» de la brújula política. Venezuela incluso se ha ubicado como rival de EEUU proponiendo la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) frente a la idea del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), cultivando lazos estrechos con Bolivia y con Cuba y explorando activamente nexos con los nuevos aspirantes al poder global, incluidos China e Irán.
Estados Unidos y sus vecinos más próximos
Latinoamérica y Estados Unidos en el siglo XXI: nuevas realidades
En comparación con lo que ocurría hace treinta años, o durante la mayor parte del siglo pasado, la relación entre EEUU y Latinoamérica está bastante menos basada en la geopolítica y la seguridad nacional, y también mucho menos en la ideología. La competencia bipolar que involucró a EEUU en la década de 1960 y 1970 proveyó una amplia base regional para elaborar políticas. Hoy, en cambio, las agendas son mucho más específicas y locales. Las preocupaciones contemporáneas de EEUU en relación con América Latina se refieren básicamente a cuestiones prácticas de comercio, finanzas, energía y otros recursos, así como al manejo de problemas compartidos que no pueden ser resueltos individualmente por cada país: el combate contra el terrorismo, la lucha contra el tráfico de drogas y armas, la protección de la salud pública y el ambiente, la estabilidad energética y el control migratorio. Habitualmente, estas cuestiones se plantean y enfrentan en contextos bilaterales específicos.Hoy más que nunca, las relaciones entre EEUU y América Latina son simplemente la suma de muchas relaciones bilaterales diferentes. Esto no se debe principalmente a que a los gobiernos estadounidenses recientes les haya faltado visión o imaginación; lo que más escasea, de hecho, son las bases sustanciales para políticas globales significativas hacia la región.
El patrón de las relaciones interamericanas es en la actualidad muy diferente del de los 60, 70, 80 e incluso principios de los 90. Esto queda de alguna forma en penumbras cuando las autoridades estadounidenses parecen sustituir «comunismo» por «terrorismo» como prisma distorsionado a través del cual se abordan otras cuestiones, como las drogas o la inmigración; o cuando un funcionario estadounidense de alto nivel intenta intimidar a los líderes políticos de un país como Nicaragua, o cuando miembros del Congreso o de los medios estadounidenses hablan, confusamente, de un eje «Castro-Chávez-Lula», o bien «Castro-Chávez-Morales», o de un «giro a la izquierda» en América Latina, o incluso de una supuesta «amenaza china» a América. Son similitudes superficiales, sin embargo, porque hoy vivimos en una época nueva y diferente.