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Respuesta:
la guia espiritual del cristianismo es dios con jesus
Explicación: por que desde eras antiguas se comenzo a creer en jesus por sus actos tan impresionaste y de ahi surgio la religion catolica y cristianismo etc
dame corona plis :)
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La vida espiritual es como una montaña rusa
La vida espiritual es como una montaña rusa en constante movimiento. Hay días en que podemos pasar horas enteras frente al Santísimo, estar entusiasmados por ir a Misa o a los Jueves Eucarísticos, y caminar por la calle felices rezando un Rosario. Esos días en que el alma está feliz cerca de Dios. Pero también existen los días en que todo esto es sumamente difícil y hasta parece muy lejano. Esos momentos en que es más fácil dejarnos vencer por la pereza, por el desierto, por el pecado.
La vida espiritual es como una montaña rusa en constante movimiento. Hay días en que podemos pasar horas enteras frente al Santísimo, estar entusiasmados por ir a Misa o a los Jueves Eucarísticos, y caminar por la calle felices rezando un Rosario. Esos días en que el alma está feliz cerca de Dios. Pero también existen los días en que todo esto es sumamente difícil y hasta parece muy lejano. Esos momentos en que es más fácil dejarnos vencer por la pereza, por el desierto, por el pecado.
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Siempre necesitamos alguien con quien compartir que no sea solo un amigo
Considerando lo que acabamos de decir necesitamos encontrar a alguien con quien compartir y conversar acerca de nuestra vida espiritual, ya que a nuestro alrededor, hay pocas personas que comprenden lo que experimentamos interiormente. Es verdad que siempre tenemos amigos en la misma comunidad que están disponibles a compartir con nosotros, sin embargo, es importante tener a alguien dispuesto a escuchar pero que sepa un poquito más que nosotros para poder levantarnos cuando creemos caer, para compartir la alegría cuando las bendiciones llegan y para ayudarnos a conducir nuestra vida espiritual. Ese es el deber de un guía o asesor espiritual
Considerando lo que acabamos de decir necesitamos encontrar a alguien con quien compartir y conversar acerca de nuestra vida espiritual, ya que a nuestro alrededor, hay pocas personas que comprenden lo que experimentamos interiormente. Es verdad que siempre tenemos amigos en la misma comunidad que están disponibles a compartir con nosotros, sin embargo, es importante tener a alguien dispuesto a escuchar pero que sepa un poquito más que nosotros para poder levantarnos cuando creemos caer, para compartir la alegría cuando las bendiciones llegan y para ayudarnos a conducir nuestra vida espiritual. Ese es el deber de un guía o asesor espiritual
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El guía espiritual se preocupa de cosas que otros no se preocupan
El asesor es aquella persona con mucha formación espiritual que nos abre las puertas de su corazón y nos regala parte de su tiempo para hablar de nuestra relación con Dios. Cuando hablo de esto no me refiero solo a la oración, me refiero a todo lo que una vida de católico coherentecomprende. Un guía espiritual se preocupa no solo por nuestros signos espirituales externos, sino también por aquellas cosas profundas de nuestra vida que nos hacen ser lo que somos. Se dedica a conocernos profundamente, y a partir de eso, conocer a nuestras familias, amigos, pareja, y nuestra relación con ellos. En las etapas de crisis, el asesor estará ahí para aconsejarnos, formarnos y alimentar nuestros conocimientos espirituales de forma que sea más fácil enfrentar momentos difíciles. Estará ahí también cuando empecemos a sentirnos solos, o dejemos de encontrarle el sentido a las cosas cotidianas, cuando nos cuestionemos o nos persigan las tentaciones.
El asesor es aquella persona con mucha formación espiritual que nos abre las puertas de su corazón y nos regala parte de su tiempo para hablar de nuestra relación con Dios. Cuando hablo de esto no me refiero solo a la oración, me refiero a todo lo que una vida de católico coherente
comprende. Un guía espiritual se preocupa no solo por nuestros signos espirituales externos, sino también por aquellas cosas profundas de nuestra vida que nos hacen ser lo que somos. Se dedica a conocernos profundamente, y a partir de eso, conocer a nuestras familias, amigos, pareja, y nuestra relación con ellos. En las etapas de crisis, el asesor estará ahí para aconsejarnos, formarnos y alimentar nuestros conocimientos espirituales de forma que sea más fácil enfrentar momentos difíciles. Estará ahí también cuando empecemos a sentirnos solos, o dejemos de encontrarle el sentido a las cosas cotidianas, cuando nos cuestionemos o nos persigan las tentaciones.