1. ¿Cuáles eran los principales ejes de la región?
2. ¿Qué exploraban lo Españoles en la época?
3. ¿ Como pagabán los tributos los indigenas?
4. ¿ Las primeras ordenes religiosa fuerón?
5. ¿Quién garantizaba el labor de la iglesia?
Respuestas
Respuesta:
A ver si ta sirve eso :
La existencia de los aztecas estaba indisolublemente ligada a sus divinidades, entre las que sobresalían Huitzilopochtli (dios de la guerra), Quetzalcóatl (la serpiente emplumada, un héroe cultural, descubridor del maíz), Tlaloc (dios de la lluvia) y Coatlicue (diosa tierra, madre de Huitzilopochtli). El panteón divino se fue constituyendo en la medida que los aztecas iban incorporando las divinidades de los pueblos sometidos.
Códice Florentino
Así por ejemplo, Quetzalcóatl y Tlaloc eran dioses mesoamericanos desde tiempos muy anteriores a la llegada de los aztecas.
La relación con los dioses era regulada por los nobles sacerdotes, quienes presidían todas las ceremonias y ritos realizados en los múltiples templos edificados para honrar a las deidades. Un sofisticado calendario ritual determinaba los días fastos y nefastos para la población.
Ofrenda de Flores a Huitzilopochtli
Cuando nacía un niño en un día nefasto, se retrasaba la ceremonia de nacimiento para un día más favorable, previa consulta a los llamados "lectores de destinos" quienes conocían las características de cada día del año. Entre el selecto grupo sacerdotal existía una rígida estructura piramidal, semejante a lo que sucedía en la sociedad azteca.
Códice Cospi
En los calmecac, colegios de la nobleza, los aspirantes a sacerdote recibían una completa formación religiosa cuyos ejes eran la historia, la mitología y las ciencias.Tenochtitlan: El gran templo de Huitzilopochtli
Las fiestas religiosas eran eventos de gran trascendencia en la vida de los aztecas.
Eran ceremonias públicas para las cuales los celebrantes se preparaban practicando ayunos y penitencias. El día de la fiesta se realizaban banquetes, bailes, juegos y, sobre todo, ofrendas a los dioses. Muchas veces se comía carne humana de algún sacrificado, pero dentro de un contexto ritual incomprensible para la sensibilidad de la sociedad occidental.