Cierto rey ordenó a sus 2 hijos construir dos grandes acueductos que llevaran agua a
los maltrechos campos reales, muy castigados por una gran sequía.
El primero tomó parte de las riquezas y ejércitos del padre y con ellos fue al norte,
donde ordenó a los habitantes de aquellas tierras trabajar duro en la construcción de
la gran obra.
El hijo del rey dirigió la obra diligentemente, pagando justamente a los aldeanos y
terminándola en el tiempo previsto de dos años. Orgulloso de su trabajo, se presentó
en palacio, donde se encontró con las celebraciones por la próxima coronación de su
hermano como rey.
Le contaron que había tardado sólo un año en construir el acueducto del sur, y que lo
había hecho sin apenas soldados ni dinero.
Aquello le pareció tan extraño que comenzó a investigar la obra del sur, llegando a
descubrimientos no pocas irregularidades. Volvió entonces alarmado a informar a su
padre para evitar la locura de la coronación de su hermano.
¿Por qué dices eso? ¿Hay algo que deba saber? respondió el rey.
Sabes cuánto quiero a mi hermano, pero debe haberse vuelto loco, pues ha
manchado nuestro nombre mil veces. Construyó el acueducto desviándose de los
planos.
Creó salidas de agua que llegan a otros campos antes del tuyo, al que apenas llega la
mitad del agua. Desafió al primer ministro en presencia de los aldeanos, se fue sin pagar nada a
quienes trabajaron y hasta usó a tus soldados como obreros. Y quién sabe si esto es
sólo el principio ...
El rey, mirando a su hijo con cariño, respondió.
Hijo mío, lo que dices es cierto.
Tu hermano tuvo la iniciativa de modificar la obra para mejorarla; la sabiduría para
proponer algo que mejoraría las vidas de todos y así convencer a los aldeanos de
trabajar rápido y gratis; la valentía para enfrentarse al primer ministro por defender la
justicia; y el carisma para poner a sus soldados a trabajar en la obra más horas que
los aldeanos.
Su compromiso fue tan grande, que él mismo fue quien más tiempo dedicó a trabajar,
olvidando su condición de príncipe. ¿Sabes, hijo? Es por estas cosas que todo el
mundo adora a tu hermano y harían lo que él les pidiera. Más que su rey, ahora es su
líder.
El príncipe se marchó pensativo, reconociendo en las palabras de su padre la
grandeza de su hermano. Y sin dudarlo, corrió a felicitarle.
Autor. Pedro Pablo Sacristán
Preguntas: 1. Analiza. ¿Cuáles son las diferencias entre los dos príncipes en el momento de
emprender la tarea encargada por el rey?
2. ¿Qué valores encuentras en la anterior lectura?
valentinatabareza:
Ayúdenme por favor
Respuestas
Respuesta dada por:
1
Diferencias:
Las diferencias entre los príncipes, son que el primero (no es que sea malo, ni nada de eso), le pagaba a otras personas para que realizaran el trabajo (pero se debe destacar que les pagaba justamente), se comporto como rey, en cambio el segundo, construyo la obra junta a ellos y los animo, se comporto como líder.
Valores:
Iniciativa para realizar algo mejor y bueno
Sabiduría para salvar vidas
Valentía para defender la justicia
Carisma para convencer a los demás
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