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La genealogía del desarrollo de la ciencia y la tecnología en India y China, y su conceptualización como mecanismos de incubación de conocimiento secular, progreso y desarrollo nacional evidencian la forma singular de caracterizar a la ciencia occidental, particularmente a la energía nuclear, como la máxima expresión de la modernidad. Este ensayo pretende mostrar el proceso mediante el cual la ciencia y la tecnología fueron percibidas en India y China a principios del siglo XX. El propósito es revelar los mecanismos acríticos en que se reproduce la colonialidad de los saberes, a través de la creación de instituciones científicas y educativas a la europea, que dieron lugar a una geopolítica del conocimiento: excluyente y degradante de los saberes anteriores a la experiencia colonial. Con el proceso de autodeterminación de India y el fin de la experiencia colonial europea en China, las instituciones científicas y educativas así fueron establecidas identificadas por las élites locales como herramientas aceleradoras del "progreso" y del desarrollo nacional, y por ende, como coadyuvantes en la proximidad a la "modernidad" del discurso europeo. La ciencia y la tecnología adquirieron importancia en la India y China en el siglo XX como impulsoras del progreso y el desarrollo nacional, y como mecanismos de generación de conocimiento secular. Esto explica por qué la energía nuclear llegó a representar la expresión más evidente de la ciencia y la modernidad occidentales en esas sociedades. Este artículo examina los procesos a través de los cuales esta comprensión particular de la ciencia y la tecnología en India y China llevó a la adopción y reproducción acrítica del conocimiento imperial por parte de las élites locales en la primera mitad del siglo XX. La fundación de instituciones científicas y educativas inspiradas en las europeas generó espacios geopolíticos para el conocimiento europeo. Esto, a su vez, condujo a la creación de una jerarquía internacional del conocimiento, en la que las producciones epistemológicas no europeas precoloniales llegaron a ser vistas como inferiores. Cuando India obtuvo la independencia y China emergió de la experiencia colonial europea, las élites locales de ambos países, ansiosas por ponerse al día con la 'modernidad occidental', recurrieron a las instituciones científicas y educativas con mayor celo para acelerar el 'progreso'.