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Respuesta:
La Física es una ciencia de gran importancia que se encuentra presente en una gran
parte de los ámbitos de nuestra sociedad, con múltiples aplicaciones en otras áreas científicas
como las telecomunicaciones, instrumentación médica, biofísica y nuevas tecnologías, entre
otras.
La Física en el Bachillerato puede estructurarse en tres grandes bloques: mecánica,
electromagnetismo y física moderna. La mecánica, a su vez, se va a dividir en interacción
gravitatoria, mecánica ondulatoria y óptica, con el objetivo de completar la imagen mecánica
del comportamiento de la materia y demostrar también la integración de los fenómenos
luminosos en el electromagnetismo, que lo convierte, junto con la mecánica, en el pilar
fundamental de la física clásica. Con el fin de explicar de forma satisfactoria aquellos
aspectos que la física clásica no puede solucionar, se introduce un tercer bloque que es el de
física moderna.
La utilización del método científico debe ser un referente obligado en cada uno de los
temas que se desarrollen.
Las implicaciones de la Física con la tecnología y la sociedad deben estar presentes al
desarrollar cada una de las unidades didácticas que componen el currículo de este curso.
En la realización de la programación didáctica corresponde al profesorado de la
materia establecer los principios metodológicos. Sin embargo, parece conveniente hacer
algunas precisiones que deben ser entendidas como orientaciones y que expresamos a
continuación.
Nos ceñiremos a aquellos aspectos que tengan especial relevancia en el contexto de la
Física y cuyo conocimiento, tanto en sus elementos teóricos, como en los metodológicos y de
investigación, capacitarán al alumnado para comprender la naturaleza y poder intervenir
adecuadamente sobre ella.
En este sentido, si partimos en el currículo de una concepción de la ciencia como una
actividad en permanente construcción y revisión, es imprescindible un planteamiento que
realce el papel activo del proceso de adquisición de los conocimientos, lo que cambia el papel
clásico del profesor y del alumno, ya que el primero no es estrictamente un mero transmisor
de conocimientos elaborados, sino un agente que plantea interrogantes y sugiere actividades,
mientras que el segundo no es un receptor pasivo de información, sino un constructor de
conocimientos en un marco interactivo.
El alumnado ha de conocer y utilizar algunos métodos habituales en la actividad
científica desarrollada en el proceso de investigación, y el profesorado, tanto en los
planteamientos teóricos como en las actividades prácticas, deberá reforzar los aspectos del
método científico correspondientes a cada contenido.
La metodología deberá, por tanto, basarse en un correcto desarrollo de los contenidos,
lo que precisa generar escenarios atractivos y motivadores que sitúen al alumnado en cada
uno de ellos. También requiere incluir diferentes situaciones específicas de especial
trascendencia científica, así como conocer el perfil científico de los principales investigadores
que propiciaron la evolución y desarrollo de la Física.
Todo lo anterior debiera completarse con lecturas divulgativas que animaran al
alumnado a participar en los debates que sobre temas científicos se pudieran organizar en
clase.