• Asignatura: Castellano
  • Autor: Paulaelizabethgarcia
  • hace 4 años

Texto expositivo sobre la pandemia
Por favor es para ya

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Respuesta dada por: miguelhernandezher09
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Respuesta:

Empezamos a conocer los primeros datos reales sobre el Covid-19 y su índice de mortalidad facilitados por la Sanidad Oficial italiana, y se confirman mis sospechas expresadas en otras publicaciones sobre que hemos sido engañados. La muestra se ha hecho sobre 14.000 afectados. En primer lugar, la mortalidad se inicia en pacientes de 30 a 49 años con un 0,1% de defunciones; luego, entre 50 y 59 años, la mortalidad asciende a 0,6%; de 60 a 69 años se dispara ya con un 2,7%; desde 70 a 79 años sube a 9,6%. Entre octogenarios se eleva a 16,6 y, más allá de los noventa, llegamos casi al 20% de defunciones. Se nos había dicho que el Covid-19 tenía una mortalidad sobre el 2% y ahora vemos que es más del doble, o sea el 5,8%. Además se constata que el coronavirus es mucho más contagioso que una gripe tradicional. Cuando pase finalmente la pandemia sabremos si la otra afirmación que se nos dijo para tranquilizarnos, la de 4.000 víctimas de la gripe normal en España por año, es otra fake news.

En las estadísticas vemos que los jóvenes no son inmortales, ni por supuesto los maduros, en especial si sufren de asma.

El tema de la mortalidad es enigmático. Hay países como Francia y Alemania que tienen parecidos números de afectados y sin embargo muchas menos defunciones. Esto (aparte de comparar sistemas sanitarios) nos conduce a preguntarnos si existe más de una cepa de este virus, quizás más virulentas unas que otras. Incluso podemos plantearnos si es relevante la “carga viral”, es decir la cantidad de virus que recibimos en el primer contagio. Y por supuesto la cifra de afectados en España es sólo de los confirmados, con seguridad hay que contar que el virus se ha extendido en miles de personas que no saben que están infectados.

CHERNOBYL

Lo cierto es que desde el accidente de Chernobyl (que yo viví en Alemania en 1986 escondido en un sótano por la radiactividad), Europa no ha conocido una crisis sanitaria de tal tamaño. Las hipótesis sobre el origen e intencionalidad de la pandemia continúan y algunas son valiosas, y debemos seguir discutiendo. Una nos dice que al virus subyace una intencionalidad geopolítica de debilitar estados, Estados Unidos contra China o viceversa. Otra nos propone que quizás haya una intención oculta de hacer desaparecer a personas de la Tercera Edad, ya que no son productivas para la economía. Una tercera relaciona la pandemia con planes publicados por la NATO, en dirección de ir introduciendo al ejército en las calles y recortar los derechos civiles, apuntando a una posible confrontación con la Rusia nuclear de Putin.

Estas hipótesis tratan de responder a la pregunta ¿A quién beneficia la pandemia?

No negaré que existen intereses geopolíticos en juego. No obstante, para poder probar estas hipótesis habría que aceptar la tesis que el Covid-19 en origen fue un producto de la biotecnología militar o al menos de una manipulación genética de un virus existente.

Mientras tanto esto no suceda, yo continuo con mi hipótesis de su origen natural y ecológico. Como indiqué en otras publicaciones las pandemias se originaron por factores tales como la transgresión de leyes higiénicas en las ciudades por incompetente urbanismo, por una alimentación deficitaria, y por las guerras mundiales con sus millones de cadáveres y sus miasmas. En la actualidad, estos factores están más controlados en las sociedades industriales, pero hay otros factores causales nuevos. Es decir, la contaminación atmosférica, la contaminación de los alimentos y su baja calidad biológica, el impacto de un electromagnetismo constante, el empozoñamiento de tierras de cultivo y aguas marinas por la química de síntesis con los plaguicídas o el exceso de medicación de la población. Estos factores están conduciendo a las poblaciones de los países industriales a una baja de sus sistemas inmunitarios y a una pérdida de su fertilidad.

No hay que olvidar que China es uno de los países más contaminados de la Tierra y que se ha lanzado al mundo digital sin miramientos, en especial con las técnicas 5G.

Pero quizás debamos reflexionar en otra dirección. Entender la pandemia como metáfora al estilo de la medicina emocional. Significativo es que ataque básicamente el sistema respiratorio con la sensación de ahogo. Desde esta óptica vemos que precisamente estos síntomas son las sensaciones que uno tiene debido a la contaminación del aire en ciudades y metrópolis. Y todavía podemos extender más la metáfora de los síntomas, si aceptamos la tesis de que el planeta es un organismo vivo, es decir el ahogo sería la sensación que podría tener poéticamente la bioesfera.

Existen además algunas conclusiones derivadas de este fenómeno que sorprendentemente pueden ser positivas como con cualquier fenómeno social. Seguro que Greta Thumberg está exultante, ya que por fin se ha limitado la navegación aérea, y por las medidas de los gobiernos parece que al fin hemos entrado en la era del decir


miguelhernandezher09: listo feliz;-)
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