Respuestas
Respuesta: ¿Te han dicho alguien alguna vez: "lo llevas en los genes"? Probablemente estaría pensando en una característica física, un rasgo de personalidad o una aptitud que compartes con otros miembros de tu familia.
Sabemos que los genes desempeñan un papel importante, moldeando nuestro aspecto físico y nuestro comportamiento e, influyendo, incluso, en si enfermamos o no. Ahora los científicos intentan utilizar estos conocimientos de formas nuevas y apasionantes, como para tratar algunos problemas de salud.
La herencia es la transmisión de genes de una generación a la siguiente. Tú has heredado los genes de tus progenitores. La herencia te ayuda a ser la persona que eres: alto o bajo, rubio o moreno, de ojos verdes o azules.
¿Pueden acaso tus genes determinar si vas a convertirte en un alumno de sobresalientes o en un gran atleta? La herencia desempeña un papel importante, pero el ambiente en que vives (que incluye aspectos como los alimentos que ingieres y la gente con quien te relacionas) también influye en tus habilidades e intereses.
Una persona puede experimentar cambios (o mutaciones) en sus genes, que pueden tener sus consecuencias. A veces estos cambios solo afectan a rasgos de escasa importancia, como el color del pelo, pero otras veces, las mutaciones genéticas pueden provocar problemas de salud.
Una mutación genética suele conllevar que una de las copias de un gen en concreto no desempeñe bien su función. Puesto que tenemos dos copias de cada gen, generalmente todavía quedará una copia "normal" de ese gen que podrá desempeñar bien su función. En estos casos, no suele ocurrir nada fuera de lo común y el cuerpo puede seguir funcionando con normalidad. Se trata de un ejemplo de herencia autosómica recesiva.
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