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Respuesta:
Ejemplos de cita textual corta
Como podemos constatar en las investigaciones de Foucault (2001), la noción de locura forma parte integral de la razón, dado que “no existe civilización sin locura” (p. 45).
Además, “el consumo cultural en América Latina alcanza su grado máximo en relación con el flujo de discursos políticos y mercantiles, y no, como en Europa, articulado a partir de los Estados-nación” (Jorrinsky, 2015, p. 8).
Conviene, en ese sentido, acudir al psicoanálisis: “La doctrina del ser se manifiesta a raíz de la introyección [castración] del lenguaje en el individuo” (Tournier, 2000, pág. 13).
Así lo afirma en su prólogo a la obra Elena Vinelli, cuando afirma que “Es la construcción sociocultural de los géneros la que viene a diferencia la subjetividad femenina de la masculina” (2000, p. 5), dándonos a entender el semblante feminista que subyace a la novela de Sara Gallardo.
No ha de esperarse, entonces, mucho más de estas investigaciones, excepto “el breve desencanto de dar con la verdad insospechada” como lo afirma Evers (2005, p.12) en su célebre diario de investigaciones.
Ejemplos de cita textual larga
Así, podemos leer en la novela de Gallardo (2000):
…Pero las mujeres pasan siempre en grupos. Me escondí y esperé. La Mauricia pasó con su botijo y la arrastré. Cada día se escapó después para encontrarme, temblando por el miedo al marido, a veces temprano y a veces tarde, a aquel lugar que yo conozco. En la casa que hice por mi mano, para vivir con mi mujer, en la misión del gringo noruego vive con su marido. (p. 57)
A esto conviene contraponer la visión del autor francés:
En las religiones universales, del tipo del cristianismo y del budismo, el pavor y la náusea preludian las escapadas de una vida ardiente espiritual. Ahora bien, esta vida espiritual, que se funda en el refuerzo de las prohibiciones primeras, tiene sin embargo el sentido de la fiesta… (Bataille, 2001, p. 54)
La escritura constituye un punto de encuentro y desencuentro de las miradas más positivas y más románticas en torno al hecho literario, pudiendo servir para distinciones como las que hace Sontag (2000):
He aquí la gran diferencia entre la lectura y la escritura. Leer es una vocación, un oficio en el cual, con la práctica, uno está destinado a ser cada vez más experto. Como escritor, lo que uno acumula son ante todo incertidumbres y ansiedades. (pág. 7)
Este concepto de “devenir” puede encontrarse disperso a lo largo y ancho de la obra del filósofo. Sin embargo, su esclarecimiento parece ser materia complicada:
Devenir nunca es imitar, ni hacer como, ni adaptarse a un modelo, ya sea el de la justicia o el de la verdad. Nunca hay un término del que se parta, ni al que se llegue o deba llegarse. Ni tampoco dos términos que se intercambien. La pregunta ¿qué es de tu vida? Es particularmente estúpida, puesto que a medida que alguien deviene, aquello en lo que deviene cambia tanto como él (…) Se acabaron las máquinas binarias: pregunta-respuesta, masculino-femenino, hombre-animal, etc. (Deleuze, 1980, pág. 6)
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