necesito un cuento corto sobre esta imagen Plis ayuda doy 5 estrellas y corona
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Cuando tenía ocho años, mi prima tuvo un bebé. Mi mamá sabía que me encantaban los bebés. Por eso me dejó en su casa para que la "ayudara" por unos días.
"Mi bebé murió. Por favor pregúntame su nombre"
Debí haber sido muy útil porque cuando otra prima tuvo su bebé, me volvió a despachar a su casa.
Paseaba a los bebés de un lado a otro por el pasillo y esquivaba a los hermanitos cuando les daban arrebatos de celos.
También ayudé a una vecina a establecer la rutina del baño y de dormir de su bebé.
Cuando cumplí los 12 años estaba feliz porque eso significó que podía ser la niñera de todos los niños del pueblo donde vivía.
No veía la hora de convertirme en madre.
Pero cuando tenía 29 años, sufrí de un cáncer cervical. La operación que necesitaba para salvar mi vida me privaría de la oportunidad de tener un hijo.
Dos meses antes
Encontré una luz en un estudio médico que leí y que me daría esa oportunidad. Hallé un especialista que podía hacer el procedimiento.
Cuando la orden de operar no llegaba, decidí presentarme y rogarles que me lo hicieran.
Vendrían varios años de tratamientos de fertilización in vitro y abortos involuntarios.
Pero finalmente, en la mañana de un jueves, la bebé que tanto anhelaba estaba moviéndose en mi última ecografía programada.
Las parteras se despidieron de mí deseándome buena suerte en el parto.
Me fui a trabajar.
En la tarde, cuando estaba en la oficina comiéndome un trozo de pastel de limón para despedir a un colega que se iba, sentí un chorro de un líquido caliente que corría por mis pantalones.
Mi fuente se había roto dos meses antes.
Fui hospitalizada y los médicos me dijeron que teníamos que retrasar el parto tanto como fuera posible para permitirle a la bebé que se fortaleciera.
Seis minutos
Diez días después me dijeron que todo marchaba bien y que podría regresar a casa el siguiente dia
Pero poco después de la medianoche, el cordón umbilical se desconectó, comprometiendo el suministro de oxígeno y nutrientes de mi bebé.
En los seis minutos que tomó llegar al quirófano, cuando las enfermeras corrían y gritaban mientras arrastraban mi camilla a través de los corredores vacíos, nuestra bebé murió.
No dormí en 48 horas. Caminé de un lado a otro. Me negué a tomar medicamentos.
Mi preciosa y anhelada bebé estaba acurrucada, en silencio, en mi útero. El cordón que nos unió, me estaba colgando.
Cuando mis pies me dolían de tanto caminar, me acosté dándole le cara a Tim, mi pareja.
Recuerdo la historia de una señora a la que le dijeron que su bebé había muerto, pero resultó que nació saludable.
Eso me hizo llamar a la enfermera para preguntarle si quizás estaban equivocados. Veinte minutos después, Tim volvió a llamar y repitió la misma pregunta.
"Cuando me despierte, lo veré
Me sometieron a una cesárea en la mañana siguiente.
A medida de que respiraba a través de la máscara y sentía que la anestesia era inyectada en mi vena, pensé: "Soñé por 30 años con ver el rostro de mi hija y cuando me despierte, lo veré".
Cuando me la dieron, mi corazón se expandió en amor. Era hermosa, medía 30 centímetros.
Le pusieron un gorrito blanco y la vistieron con un pequeño vestido también blanco. La cubrieron con una manta blanca tejida a mano.
Los dedos de sus manos y de sus pies reposaban en completa perfección.
Como nosotros, sus piernas eran largas. La llamamos Willow.
Me imaginé que el corazón de Tim se rompió cuando dijo su nombre.
La miré incrédula. No podía entender por qué estaba muerta.
Común pero poco hablada
Las parteras y los doctores vinieron. No había respuestas a nuestras preguntas.
Quizás no eran las preguntas correctas.
Estábamos en el área del hospital dedicada a los partos.
Tuve que escuchar a las mujeres en pleno trabajo de parto y a sus recién nacidos llorando.
Mis brazos me dolían. Pensé que había desarrollado un coagulo de sangre, pero los doctores me dijeron que era normal: una repuesta biológica al shock de que no había un bebé vivo para cargar.
Sollocé. Mi leche salió y manchó mi camisa. Estaba demasiado exhausta para que eso me avergonzara.
La muerte fetal es mucho más común de lo que la gente podría pensar pero es muy raro que se hable de ella porque el embarazo es una época de alegría y esperanza.
Nos tuvimos que quedar en el hospital otras cuatro noches. Nuestra hija estaba en una cuna refrigerada.
Nadie nos dio a entender que era hora de irnos, pero sabía que había llegado la hora.
La misma fecha, el mismo documento
No me atreví a despedirme de las parteras que se sentaron con nosotros toda esa noche, que vistieron a nuestra hija para nosotros.
No había suficientes palabras para expresar mi inmenso agradecimiento. Ellas lloraron y nosotros también. Asentimos con la cabeza y nos fuimos.
Explicación:
Espero que te sirva
Respuesta:
Habia una vez una niña de ocho años llamada cristina un dia su ma ma y ella salieron estaban en el metro de repente cristina vio un niño, el niño estaba enfermo cristina se hacerco al niño enfermo su ma ma le dijo que no se le hacercara pero cistina no le tomo importancias tres dias despues cristina se espeso a enfermar cada dia empeoraba mas asta que su ma ma la llevo al doctor, el doctor le receto varias medicinas, las semanas pasaron y cristina al fin se curo, (cristina aprendio a hacer caso a un adulto lo que le dise es para su bien fin)
Explicación: Coronita por favor espero que te sirva