Respuestas
Respuesta:
Salían en multitudes (los nativos) hacia el barco y muchos de ellos llevaban piezas de oro en sus pechos y algunos llevaban brazaletes de perlas alrededor de sus brazos. Yo me regocijé profundamente cuando vi estas cosas y no escatimé esfuerzos para descubrir de dónde las conseguían...» Así narró Colón su costeo de la Isla de Trinidad durante su tercer viaje a América, encendiendo una mecha de codicia que no podría apagarse.
Explicación:
Cuando la euforia tras la toma de Granada animó a los Reyes Católicos a aceptar la nueva ruta a las Indias que les ofrecía el navegante genovés, el ánimo de lucro (aliñado luego con el afán de gloria y el propósito evangelizador), funcionó como el mejor de los acicates. Persiguiendo móviles económicos, mercantiles y políticos, Colón creía dirigirse a las ricas tierras de Cipango y Cathay, pero sin llegar a saberlo se topó con América y su oro. Los conquistadores posteriores contemplaron cómo los jefes indígenas de Centro y Sudamérica se adornaban con objetos de este metal precioso y se propusieron encontrar de dónde salía