como hacer un cuadro constumbrista sobre el moro
guacaneme doy puntos y corona
Respuestas
Respuesta:
Los límites fronterizos entre el cuento y el cuadro de costumbres son, en ocasiones, imperceptibles. Creadores y críticos juzgaron con precisión en la centuria decimonónica la difícil relación entre uno y otro género. Incluso historiadores de la literatura y críticos cuyas obras se publicaron en el primer tercio del siglo XX insistieron en el mismo problema. Por ejemplo, Julio Cejador y Frauca señalaba al respecto que los «cuadros de costumbres y tipos de la época romántica tenían que parar en el cuento y en la novela realista, que nacen, puede decirse, o resucitan en esta época»1. La incidencia del artículo de costumbres en los géneros narrativos españoles y, especialmente, en la gran novela del siglo XIX ha sido motivo de reflexión y polémica al mismo tiempo. Se podría afirmar que los novelistas del realismo-naturalismo español consideraron sin tapujos la influencia del costumbrismo en la novela, tal como confiesa Galdós en su episodio nacional Los Apostólicos2. Otro tanto sucede con la crítica anterior a la publicación de la monografía de José F. Montesinos Costumbrismo y novela3, cuya tesis consiste en negar al costumbrismo su engarce con la novela de la segunda mitad del siglo XIX, pues ejerció una influencia deletérea, letal, que provocó un retraso en su aparición. La crítica posterior juzgó y analizó con matizaciones más o menos sutiles dichas apreciaciones4, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, las aportaciones costumbristas de la primera mitad del siglo XIX y la veta realista que se remonta a los orígenes mismos de la literatura española5. De esta forma se puede hablar del cuadro de costumbres como un género que nace con plena madurez en los albores del siglo XVII, de la mano, en opinión de Menéndez Pelayo, de Cervantes, pues considera un cuadro de costumbres la obra Rinconete y Cortadillo6, pese a que el propio Cervantes le diera el título de novela ejemplar, empleándose por primera vez en nuestra lengua la palabra novela, término de procedencia italiana que se utilizaba para designar el cuento, como distinto del romanzo o narración extensa. La primera muestra del costumbrismo, en opinión de Menéndez Pelayo, sería Rinconete y Cortadillo, juicio respetado por quienes analizaron profundamente el costumbrismo, como E. Correa Calderón que inicia su magna antología costumbrista con la citada obra cervantina. Pero en realidad cabe preguntarse qué es en verdad esta novela ejemplar: ¿un cuadro de costumbres? ¿Un aguafuerte del realismo impresionista? ¿Un cuento en contraposición al romanzo o relato extenso? Si es evidente que el cuadro de costumbres incide en el cuento y en la gran novela del siglo XIX7, no menos cierta es la dificultad que entraña la delimitación entre el cuento y el artículo de costumbres o la demarcación del cuento con otros géneros literarios, como la leyenda, el poema en prosa o la novela corta. Con razón apunta Baquero Goyanes que tanto el cuento como el artículo de costumbres «son dos géneros próximos y que llegaron a confundirse en algún tiempo»8, especialmente el artículo de costumbres en el que se finge un asunto y se crea unos personajes engarzados en un contexto o marco animado. La mayor o menor semejanza del cuadro costumbrista con el género cuento estará en razón directa de la peripecia argumental que el autor haya vertido en la acción. Es decir, artículos de costumbres cuya acción, personajes y diálogo se asemejan a la ficción narrativa propia del cuento9. Esta modalidad literaria no sólo se da en los maestros del costumbrismo, sino también entre los grandes novelistas pertenecientes a la segunda mitad del siglo XIX, como en el caso de Alarcón, especialmente en su corpus costumbrista reunido en Cosas que fueron o en colecciones costumbristas publicadas en la segunda mitad del siglo XIX.
Explicación:
espero que te sirva y muchas grasias por los puntos
Respuesta:
hila
Explicación:
hola que tal china que hace que me cuenta