Respuestas
Respuesta:
A partir del año 2000, con el inicio del Festival Cumbre Tajín en
la región del Totonacapan, ubicada en la zona norte del estado de
Veracruz, México, se dio la confluencia excepcional de practicantes
de las artes de la tradición, gestores culturales, productores, arqueólogos, antropólogos, artistas, académicos, investigadores, instancias
gubernamentales y autoridades tradicionales totonacas.
Esta suma de experiencias, visiones, talentos, historias y
legados hizo que el Festival desarrollara un modelo de regeneración
del patrimonio que rebasó, por mucho, el perfil de festejo anual de
las identidades y enfatizó la relación con las comunidades, el trabajo
Las raíces
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El árbol totonaca de la buena fruta... - S. Bazbaz
de gestión cultural y la puesta en valor de la cosmovisión totonaca y
la zona arqueológica de El Tajín.
Dicha labor de fortalecimiento, cultivo, difusión y regene
-
ración del patrimonio ha producido múltiples frutos. Por ejemplo,
en 2009, la Ceremonia Ritual de Voladores fue declarada Patrimonio
Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Sin embargo, esta labor en pro de la identidad histórica
con todos sus matices rituales, simbólicos y cotidianos necesitaba
un espacio propio, un epicentro vital que reuniera los tiempos, las
sabidurías, los misterios y las memorias de la civilización totonaca
y, a su vez, generara que otros pueblos originarios confirmaran la
importancia de preservar y abrevar de su propia cultura.
Además, el escaso reconocimiento a las artes de la tradición
en los matices identitarios y rituales hacía urgente formalizar su ense
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ñanza, análisis, legado y fortalecimiento. La respuesta se materializó en
2006, con la instauración del Xtaxkgakget Makgkaxtlawana, Centro
de las Artes Indígenas (CAI) para fortalecer la regeneración cultural
del pueblo Totonaca, impulsando el desarrollo de prácticas de carácter
pedagógico/artístico que enarbolan la cultura indígena de la región.
La definición del proyecto hizo eco de los principios y con
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sejos de las autoridades tradicionales, encabezadas por Juan Simbrón
Méndez (1916-2015), el guía espiritual del Totonacapan. Así, se
delineó el rumbo de lo que sería la institución educativa con enfo
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que artístico de mayor trascendencia en la región del Totonacapan
veracruzano y con inéditos alcances nacionales e internacionales.
Don Juan Simbrón siempre estuvo ligado al desarrollo de
los pueblos indígenas y su interés se dirigió a la protección del arte
universal ancestral con la preservación, promoción y respeto de la
cultura Totonaca. Retomando el valor de la igualdad, la Paloma
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Blanca –como cariñosamente se le conocía– confiaba en que “la
cultura fuera la plataforma para la construcción del nuevo México
que dé oportunidades para todos, indígenas y no indígenas”.
Sus palabras no sólo inspiraron la integración de la institución educativa, sino de todo un sistema de transmisión con propósitos bien definidos: resguardar el patrimonio inmaterial, la diversidad cultural y el desarrollo sostenible mediante la identificación,
documentación, educación y sensibilización artística, a partir de un
modelo pedagógico propio de amplia interacción y vinculado siempre
a la Ciudad Sagrada de El Tajín. Un espacio donde el patrimonio
material y el patrimonio cultural inmaterial confluyen de una manera
armónica.
Actualmente el CAI es un espacio de diálogo e intercambio
con artistas totonacos, académicos, investigadores, creadores y todo
tipo de practicantes y gestores del patrimonio, y es la primera experiencia educativa en Norte y Centroamérica nombrada Patrimonio
Inmaterial de la Humanidad en la categoría de Mejores Prácticas por
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (Unesco), lo que la ha constituido una referencia para
el mundo entero en la salvaguardia y la transmisión de las culturas
milenarias.