Respuestas
Respuesta:
En los inicios, el arte, la magia y el conocimiento no estaban separados, formaban parte de algo similar a un «continuum dialectal». El arte en sí no distinguía entre literatura, danza, música, pintura, escultura y arquitectura. Eran, junto con la religión y el saber, elementos vitales y en la existencia misma del ser humano. Hay en el hombre una «necesidad del arte», como dice Fischer. Con el transcurso del tiempo, los saberes, como los oficios, se fueron independizando. El arte no fue ajeno a esta tendencia y, junto con la fragmentación en compartimentos, se produjo la reglamentación en cánones, no sólo estéticos, sino, además, poéticos, en tanto reglas del buen hacer un arte. No obstante, son innaturales, tanto esa fragmentación, como la reglamentación impuesta en el campo artístico. Los grandes «revolucionarios» del arte, justamente tienen en común el destrozo que hicieron de las reglas que regían el arte de su tiempo. La tendencia actual es llegar a integrar las artes, no en una invasividad en todas las disciplinas artísticas, pero sí en aplicar conceptos de todas las artes, en el hacer el propio arte.