El vigilante de la floresta

Esta semana don Ruperto Mejía Chacón viajó hasta Lima para recibir del Ministro del Ambiente, Antonio Brack, el premio para la conservación “Carlos Ponce del Prado”, que incentiva y reconoce a quienes trabajan activamente en la defensa de la diversidad biológica de nuestro país. El galardón de la categoría “Guarda parque Destacado” le hizo justicia a sus treinta y dos ininterrumpidos años de servicio en el Parque Nacional del Manu.
Don Ruperto empezó a trabajar en el parque en 1977, pero su historia comienza mucho antes, cuando estaba en la ribera contraria del río, dedicado en cuerpo y alma a la extracción de recursos naturales, y no a su conservación, en el valle de Kosñipata. “Sacaba madera y cazaba, también trabajé en una empresa petrolera todo lo opuesto a lo que hago hoy. Fue así que conocí al doctor Carlos Ponce, quien nos habló de establecer una reserva para conservar la flora y la fauna. Desde ese momento, cambió totalmente mi visión, ya no fui depredador”. Don Ruperto recuerda
que esto ocurrió a mediados de la década de 1970.
Como guarda parques, don Ruperto realizó valiosos servicios no solo de la conservación de la flora y la fauna, sino también prestando ayuda a los funcionarios del Ministerio de la Salud que llevaban atención médica a poblaciones indígenas de contacto inicial.

¿Qué actitudes y valores ha mostrado Don Ruperto? ¿Cómo te sientes cuando realizas un servicio a favor de tu comunidad?
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Respuestas

Respuesta dada por: angel2009YT60
2

Respuesta:

me siento muy bien porque se que estoy ayudando a las personas y se que eso es muy bueno

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