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Uno de los puntos débiles de los dispositivos electrónicos es su autonomía.
No es raro ver a muchos usuarios en busca y captura de un enchufe para poder recargar sus baterías en aeropuertos, hoteles, cafeterías.
Es increíble ver cómo progresan rápidamente muchos de los componentes de estos equipos, pantallas, memoria, peso y tamaño, capacidad del disco duro, conectividad, etc,, mientras que el progreso en la autonomía es mucho menor.
Aunque en algunos equipos mediante el uso de la gestión eficiente de la energía se consigan tiempos de trabajo de más de 6 horas, es normal encontrar equipos con una autonomía inferior a las 2 horas.
De hecho las baterías, aún no sufriendo el efecto memoria, tienen a degradarse con el tiempo.
Al hilo de esto siempre me he preguntado al respecto de los avances en la investigación que sobre este particular se están realizando.
La compañía ZPower ha desarrollado una tecnología basada en plata-zinc que proporcionará cerca de un 40% más de autonomía que las actuales basadas en Li-ion.
Cabe remarcar investigaciones con baterías de biología sintética (convierten el azúcar en electricidad mediante unas enzimas que contienen), investigación con barium-titanate, baterías de combustibles líquidos, baterías de silicio (existen estudios de laboratorío para estas últimas que consiguen autonomías cercanas a las 20 h),
Está claro que la investigación está avanzando en este campo y que en poco tiempo tendremos en nuestras manos dispositivos capaces de aguantar horas y horas sin desfallecer…