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Explicación:
Todo investigador que se aproxime a la sociología o a la sociolingüística, cualquiera que sea la perspectiva teórica de la que se parta, tiene que enfrentarse a la tarea de la busca y reunión de datos. Las múltiples técnicas de obtención de datos van a estar siempre condicionadas por la perspectiva bien cualitativa, bien cuantitativa que adopte el investigador. La primera pretende analizar e interpretar discursos y está integrada básicamente por las entrevistas abiertas y los grupos de discusión. La segunda, que pretende una medición objetiva a través de instrumentos sistemáticos y estructurados, se compone fundamentalmente de la encuesta que cuantifica los hechos objeto de estudio.
Respuesta:
Un ejemplo claro de las distorsiones que podría producir la aplicación de este
método en el estudio del habla de una comunidad fue la investigación llevada a cabo
en la ciudad de Burgos a propósito de las formas verbales personales (Larrosa
Barbero 1999). La población en la fecha del estudio era de 167.104 habitantes. La
aplicación, por tanto, del 0.0025% daba como correcto un volumen de muestra de 41
individuos. Un cifra tan baja que no permitía la aplicación de todos los porcentajes
resultantes de la estratificación por cuotas y eliminaba, así, estratos representativos
cuyos datos resultaron relevantes en sí mismos o por comparación con otros. No
significa esto que el sistema porcentual de fijación del tamaño de la muestra deba ser
desestimado en todos los casos, sino que, antes de su utilización, deberá tenerse en
cuenta si la representatividad de la muestra puede quedar comprometida.
Más adecuada, por tanto, y aunque tampoco exenta de críticas, parece la
segunda opción, que establece los límites de la representatividad en una cifra
concreta: 150 hablantes, independientemente del volumen real de la población y de
la complejidad de su constitución.
La ventaja de este método radica en el hecho de que el límite de hablantes
preciso viene dado de antemano y es suficientemente alto como para permitir el
establecimiento de las cuotas muestrales sin complicaciones. El que el tamaño de la
muestra sea idéntico para distintas comunidades –piénsese en Valladolid, Burgos,
León– no elimina la posibilidad de descubrir en cada una de ellas y entre ellas –en
estudios comparativos– rasgos coincidentes, discriminatorios o diferenciales, puesto
que la constitución socioeconómica, cultural y biológica es propia en cada una de las
comunidades de habla, y se reproduce de manera particular a través de las cuotas de
afijación proporcional, es decir, de los porcentajes que cada una de las variables
representa con relación a la población total
Explicación:
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