LUCA
A Luca no le gustaba mucho hacer deporte. Sus
compañeros sabían jugar a todo y todo se les daba
bien: el fútbol, el baloncesto, el tenis, el balonmano...
Pero a Luca no le gustaba nada ser siempre el que
fallaba los puntos o el que no sabía hacer buenos
giros con la pelota, de esos que impresionan a la
gente que ve jugar a otros.
Un día, en clase de educación física, el profesor llevó
a los niños a visitar una pista de atletismo. Allí un
atleta profesional les explicó cosas curiosas, como la
forma de correr por la pista, llamada tartán, y por qué había que usar zapatillas de
clavos para correr por ella, las diferencias entre el lanzamiento de peso, el lanzamiento
de jabalina y el lanzamiento de martillo, cómo se saltaban las vallas, en qué consistían
los saltos de longitud, la diferencia entre el salto de altura y el salto de pértiga y muchas
más cosas.
-¿Os apetece probar? -preguntó el profesor a los alumnos cuando acabaron la ruta por
la pista de atletismo.
Los muchachos estaban entusiasmados. El atleta profesional y otros deportistas habían
preparado varias actividades para que los muchachos disfrutaran haciendo atletismo y
descubrieran alguno de sus secretos. Pero a Luca no le hacía mucha gracia.
El profesor se dio cuenta y se acercó a Luca.
-No pareces muy entusiasmado, Luca -dijo el profesor.
-No me apetece nada correr para quedar el último -dijo Luca.
-Nunca se sabe -dijo el profesor-. Además, el atletismo es mucho más que correr, incluso
aunque se trate de hacer una carrera. Toma, creo que estas zapatillas de clavos son de
tu número. Prueba a hacer las prácticas de velocidad y medio fondo, a ver qué pasa.
Luca se puso las zapatillas e hizo con ellas las prácticas en la pista. Con las zapatillas
puestas y las instrucciones técnicas que dio el atleta profesional Luca descubrió que
corría mucho más de lo que había podido imaginar. Incluso consiguió ganar la carrera
de velocidad de doscientos metros y el medio fondo de ochocientos.
Cuando llegó a casa Luca le dijo a su madre que quería empezar a hacer atletismo.
-Pero si a ti nunca te ha gustado hacer deporte. ¿Qué ha cambiado? -dijo su madre.
-He descubierto algo en lo que soy bueno -dijo Luca. Después le contó todo lo que había
ocurrido en la pista de atletismo.
Haber ganado un par de carreras no te convierte en un gran atleta, Luca -dijo su padre-
. Cuando empieces a competir encontrarás gente muy buena. Entrenar es muy duro y
las carreras son muy exigentes.
-Lo sé, pero eso no me importa -dijo Luca-. Por primera vez en mi vida siento que puedo
ser bueno en un deporte y no pienso desaprovechar la oportunidad de intentarlo.
Lo más curioso de todo es que Luca no solo se convirtió en poco tiempo en un gran
atleta, sino que también mejoró en otros deportes, y no solo por ser el que más corría
en la pista.
-Parece que lo que a mi me faltaba era un empujón -dijo un día Luca a su madre.
-Más bien lo que te faltaba era algo que te hiciera confiar en ti mismo -dijo su madre.
Y así fue como Luca empezó la carrera que algún día le llevaría a ser clasificado para
participar en los juegos olímpicos.
alguien podria hacer un resumen de esto xd
Respuestas
Respuesta:
A Luca no le gustaba mucho hacer deporte. Sus
compañeros sabían jugar a todo y todo se les daba
bien: el fútbol, el baloncesto, el tenis, el balonmano...
Pero a Luca no le gustaba nada ser siempre el que
fallaba los puntos o el que no sabía hacer buenos
giros con la pelota, de esos que impresionan a la
gente que ve jugar a otros.
Un día, en clase de educación física, el profesor llevó
a los niños a visitar una pista de atletismo. Allí un
atleta profesional les explicó cosas curiosas, como la
forma de correr por la pista, llamada tartán, y por qué había que usar zapatillas de
clavos para correr por ella, las diferencias entre el lanzamiento de peso, el lanzamientoOs apetece probar? -preguntó el profesor a los alumnos cuando acabaron la ruta por
la pista de atletismo.
Los muchachos estaban entusiasmados. El atleta profesional y otros deportistas habían
preparado varias actividades para que los muchachos disfrutaran haciendo atletismo y
descubrieran alguno de sus secretos. Pero a Luca no le hacía mucha gracia.
El profesor se dio cuenta y se acercó a Luca.
-No pareces muy entusiasmado, Luca -dijo el profesor.
-No me apetece nada correr para quedar el último -dijo Luca.
-Nunca se sabe -dijo el profesor-. Además, el atletismo es mucho más que correr, incluso
aunque se trate de hacer una carrera. Toma, creo que estas zapatillas de clavos son de
tu número.
Con las zapatillas
puestas y las instrucciones técnicas que dio el atleta profesional Luca descubrió que
corría mucho más de lo que había podido imaginar. Incluso consiguió ganar la carrera :)