Respuestas
Respuesta:
Visitas
Seguidores
Archivo del blog
► 2012 (5)
▼ 2011 (237)
► agosto (31)
► julio (29)
► junio (30)
► mayo (29)
► abril (28)
▼ marzo (31)
Sócrates 2
Sócrates 1
Arte marcial
Tres regalos
La llegada
Manos vacías
La gallina y los patitos
Buda omnipresente
El huevo
¿Qué es el Tao?
Sordo, ciego y mudo
Los tres hombres ricos
El emperador de la China
La dualidad del amor
Las cinco viajeras
Poderes extraordinarios
El mejor modo de abrir la puerta
Recompensa para las ranas
El cachorrito astuto
Hokusai y el arte de dibujar
El sabio astrólogo
El hada de la gema
El fantasma erudito
El gran tesoro
El camello y el ratón
La ausencia de ego
La joroba de los búfalos
Acerca del amor
Tú escupes, yo me inclino
Tazas frágiles
Teoría de Dulcinea
► febrero (28)
► enero (31)
► 2010 (280)
► 2009 (334)
► 2008 (73)
Datos personales
Mi foto
GRACIELA PÉREZ AGUILAR
Argentina.
Ver todo mi perfil
DOMINGO, 20 DE MARZO DE 2011
Los tres hombres ricos
En un lejano país hubo una vez una época de gran pobreza, donde sólo algunos ricos podían vivir sin problemas. Las caravanas de tres de aquellos ricos coincidieron durante un viaje y, juntas, llegaron a una aldea donde la pobreza era extrema. Era tal su situación, que provocó distintas reacciones a cada uno de ellos, y todas muy intensas.
El primer rico no pudo soportar ver aquello, así que tomó todo el oro y las joyas que llevaba en sus carros, que eran muchas, y los repartió entre las gentes del campo. A todos ellos les deseó la mejor de las suertes y partió.
El segundo rico, al ver su desesperada situación, paró con todos sus sirvientes, y quedándose con lo justo para llegar a su destino, entregó a aquellos hombres toda su comida y bebida, pues veía que el dinero de poco les serviría. Se aseguró de que cada uno recibiera su parte y tuviera comida para cierto tiempo, y se despidió.
El tercero, al ver aquella pobreza, aceleró y pasó de largo, sin siquiera detenerse. Los otros ricos, mientras iban juntos por el camino, comentaban su poca decencia y su falta de solidaridad. Menos mal que allí habían estado ellos para ayudar a aquellos pobres...
Pero, tres días después, se cruzaron con el tercer rico, que viajaba ahora en la dirección opuesta. Seguía caminando rápido, pero sus carros habían cambiado el oro y las mercancías por aperos de labranza, herramientas y bolsas de distintas semillas y grano, y se dirigía a ayudar a luchar a la aldea contra la pobreza.
Explicación: