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Explicación:
El índice compuesto de indicadores líderes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) correspondiente al mes de septiembre, continúa reflejando un mes más la “desaceleración” de la actividad económica en las principales economías del mundo.
El indicador, diseñado para anticipar los puntos de inflexión, descendió por tercera vez consecutiva 0,5 puntos en comparación con el mes anterior, hasta los 100,4 puntos, su sexto descenso mensual consecutivo.
Los de Estados Unidos (101,2 puntos en septiembre frente a los 101,5 del mes anterior), Japón (101,6 puntos frente a 102) y Rusia (102,4 puntos frente a 102,6) apuntan “con más fuerza” a una desaceleración de la actividad económica que en agosto, pero el indicador aún sigue por encima de 100 puntos, lo que indica que la actividad sigue por encima de su tendencia a largo plazo.
No ocurre lo mismo en el resto de las principales economías del mundo, con índices que apuntan con mayor intensidad a una desaceleración de la actividad económica por debajo de su tendencia a largo plazo. En concreto, los indicadores de Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Alemania han descendido a valores que oscilan entre 97,5 y 99,4 puntos.
En esta misma línea la organización también constata un escenario idéntico en otras de las economías más fuertes del mundo como Brasil (94 puntos frente a 95,1), China (99,8 puntos frente a 99,9) e India (93,8 puntos frente a 94,4).
En el caso de España el indicador compuesto se situó en septiembre en 100,6 enteros, frente a los 100,7 puntos básicos de agosto. De esta manera se coloca por encima de la media de 100,4 puntos del conjunto de los países de la OCDE y del indicador de la eurozona, que desciende ocho décimas hasta los 99,1 puntos.
Crecimientos del PIB
Aún hay margen para el optimismo, sobre todo en economías como la de Japón, que ha logrado crecer un 1,5% en el tercer trimestre poniendo fin así a la recesión en la que había permanecido sumida durante los tres trimestres anteriores; situación que se vio agravada por el terremoto y el tsunami que asolaron el país el pasado mes de marzo y por la posterior crisis nuclear, según los datos de la Oficina del Gobierno.
De este modo, la economía nipona registró entre julio y septiembre una tasa de crecimiento anual del 6%, lo que representa el mejor ritmo de expansión de su actividad en año y medio, cumpliendo así las expectativas del mercado, que preveía una marcada recuperación del PIB en la segunda mitad del año. El informe del Gobierno también ha destacado que el consumo personal creció un 1% respecto a los tres meses anteriores, mientras que las exportaciones aumentaron un 6,2%.
El incremento del consumo interno también empuja a otras economías al alza, como la alemana, que en el mismo trimestre registra una expansión del 0,5% respecto al anterior, lo que arroja una tasa de crecimiento interanual del 2,5%, según los datos publicados por la oficina federal de estadística Destatis.
El crecimiento del PIB francés se situó una décima por debajo con una subida del 0,4% con relación al segundo trimestre del año, cuando experimentó una contracción de una décima, según las estadísticas de Insee.