¿Qué características tienen que tener un detective moderno de la actualidad y que elementos debería usar?
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Algunos estudiosos han sugerido que ciertos textos antiguos y religiosos tienen similitudes con lo que más tarde se llamaría la ficción detectivesca o la literatura de misterio y suspense. En el Antiguo Testamento, la historia de Susana y los ancianos (Daniel 13,1 en la biblia protestante, esta historia se encuentra entre los apócrifos2), está relatada por dos testigos mientras Daniel les interroga. Julian Symons respondió a los escritores y entendidos que ven este tipo de pasajes como un embrión de novela policíaca, argumentando que "los que buscan fragmentos e indicios de este género en la Biblia o en las obras de Herodotus, sólo buscan piezas de un rompecabezas sin una visión de conjunto", y estas piezas desconexas no forman verdaderas historias policíacas.3
Pero ese enfoque no es compartido por todos los estudiosos.4 Por ejemplo, en la obra Edipo rey (hacia el 430 a. C.) del dramaturgo griego Sófocles, el protagonista descubre la verdad sobre sus orígenes después de interrogar a varios testigos. Y aunque la investigación de Edipo está centralmente basada en métodos sobrenaturales o mágicos (los métodos pre-racionales están presentes en la mayor parte de las historias de crímenes, hasta el desarrollo del pensamiento racional en los siglos XVII y XVIII), esta narrativa tiene "todas las principales características y los elementos formales de la novela policíaca, incluyendo un misterio que rodea a un asesinato, así como un círculo cerrado de sospechosos, y el descubrimiento gradual de un pasado ocultado".5
La ficción detectivesca en el mundo árabe
Un primer ejemplo conocido referente a una historia de investigación policial (o investigación de misterios y de verdades ocultas), fue Las Tres Manzanas, uno de los cuentos narrados por Scheherezade en la recopilación de cuentos árabes conocida como "Las mil y una noches".
En ese cuento, un pescador descubre un cajón pesado y cerrado en el río Tigris, y lo vende al Abbasid el Califa, Harún al-Rashid, quien entonces se lleva el cajón al palacio, pero al abrirlo encuentra dentro el cadáver de una joven que fue cortado en pedazos. Harún ordena a su visir, Ja'far ibn Yahya, solucionar el crimen y encontrar al asesino dentro de los próximos tres días, amenazándole con ejecutarlo si falla en su misión.6 Aquí el suspenso es generado por múltiples cambios en la línea argumental, a medida que la historia progresa.7 Esta historia, por su esquema claro y simple, bien puede ser considerada como un arquetipo de las narraciones de ficción policíaca, a pesar de que allí no interviene ningún detective en el sentido moderno de este concepto.8
La principal diferencia entre Yafar en "Las Tres Manzanas" y los detectives de ficción que en la literatura surgen más adelante, como por ejemplo Sherlock Holmes o Hércules Poirot, sin embargo, es que Yafar no tiene ningún deseo real de resolver el caso. Esta antigua historia policíaca y de misterio se resolvió cuando el asesino confiesa su crimen,9 pero lo que a su vez empuja la acción a encontrar al culpable indirecto de la situación, que fue quien con su deshonestidad en realidad instigó o provocó el asesinato. De nuevo Yafar no sabe qué hacer frente a la nueva situación y al nuevo pedido, pero debido a un descubrimiento casual finalmente se las arregla para resolver completamente el caso y aclarar todas las circunstancias que rodearon al mismo, en orden a evitar su propia ejecución.10
La ficción detectivesca en China
Artículo principal: Gong An (historias)
Otras obras complementarias:1112
Las historias "Gong An" (公案小说, literalmente:"registros de casos en un tribunal de derecho público") se corresponden con el género literario de ficción china policíaca más antiguo del que se tenga noticia.
Explicación: