Respuestas
Respuesta:
La mujer en Mesopotamia estaba sometida a la autoridad del hombre, bien fuese su padre o su marido.
Los hijos (tanto los varones como las mujeres) eran considerados posesiones del padre. La mujer no pertenecía al marido, aunque en el aspecto sexual sí que era considerada como una propiedad del esposo y estaba seriamente castigada cualquier relación sexual de la mujer casada fuera del matrimonio, tanto para ella como para su amante.
Aunque se cree que en Babilonia las mujeres tenían derecho de propiedad, lo más habitual era que el padre o el marido fuesen quienes administraban los bienes familiares.
Un hombre podía divorciarse de una mujer sin necesidad de una justificación, pero, si había tenido hijos con ella, esta se quedaba con la dote, con los hijos y con los derechos de la propiedad para poder mantenerlos. Además, cuando su ex marido moría, ella tenía derecho a una proporción de las propiedades igual a la de sus hijos.
Si la mujer no tenía hijos, se devolvía la dote más una indemnización.
Divorcio y ruptura familiar
Si era la mujer quien quería divorciarse o el marido se negaba a entregar la dote, entonces intervenían los tribunales. Si la mujer podía demostrar que la ruptura matrimonial era culpa de la dejación del marido, entonces podía irse con sus hijos y con la dote a la casa del padre. Pero si se demostraba que el matrimonio se deshacía por su culpa, perdía la dote y los hijos y el marido podía mantenerla como sierva e incluso arrojarla al río.
Espero haber ayudado :)