Respuestas
La epidemia de fiebre amarilla en Angola, que desde diciembre registra 369 muertes, tiende a disminuir hoy en el país, donde hace seis semanas paralizó la confirmación de nuevos casos.
Citado por medios periodísticos, un último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que Angola contabilizó más de 70 casos sospechosos de la enfermedad en la última semana de julio, mitad de lo arqueado en el período anterior.
Hasta el 28 de julio se reconocieron tres mil 818 casos sospechosos de la dolencia, de los cuales 879 fueron confirmados en laboratorio y se apuntaron 119 pérdidas humanas, de acuerdo con la fuente.
La epidemia, que rebrotó el 5 de diciembre en el capitalino municipio de Viana, se expandió hacia la vecina República Democrática del Congo (RDC), donde se confirmaron dos mil 51 casos sospechosos del padecimiento y 95 víctimas mortales hasta el 27 de julio.
Se espera una vacunación adicional de más de 17 millones de personas en campañas que se realizarán en los dos países antes del inicio de la época de lluvias, prevista para septiembre en la región, alertó la OMS en su declaración.
Recordó que al menos 42 países son endémicos para la fiebre amarilla y enfrentan epidemias con regularidad.
Calificó de explosiva la transmisión en 2016, la cual agotó la normal capacidad de respuesta de vacunas (seis millones de dosis).
Tal aumento del mal, agrega, se debe probablemente a la gravedad del fenómeno climático El Niño, que llevó una mayor densidad del mosquito (Aedes aegypti) que transmite la dolencia.
Por las proporciones del brote, más de 16 millones de personas de Angola y la RDC fueron vacunadas contra la fiebre amarilla desde febrero, corroboró el organismo especializado de las Naciones Unidas.
Para gestionar las cantidades disponibles, la OMS refiere que será administrada un quinto de la dosis normal de la vacuna a los 8,5 millones de habitantes de Kinshasa (capital de la RDC) que todavía esperan por la inoculación.
Investigaciones demuestran que esta dosis de emergencia será suficiente para proporcionar una inmunidad eficaz contra el contagio en por lo menos 12 meses o más, concluye la organización.
La fiebre amarilla es una dolencia viral transmitida por mosquitos infectados y provoca fiebre, dolores musculares, pérdida de apetito, vómitos y nauseas que pueden conducir a la muerte. / Tomado de Prensa