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Respuesta:
Los tejidos destacan más o menos los defectos del cuerpo
Una parte muy importante de los estilistas y asesores de imagen es la elección de los tipos de tejidos. Lo primero que debemos tener en cuenta es el grosor, caída y cuerpo, que proporcionan un aspecto determinado a cada persona; cada tipo de silueta se ve más o menos favorecido con determinados tipos de tejidos, porque le aportan más o menos volumen, le ayudan a disimular defectos, a compensar las proporciones,…
Por otro lado, hay que tener en cuenta la composición del tejido, además de por las posibles alergias que pueda tener la persona, porque cada tela actúa de una forma deferente en situaciones concretas: absorción de líquidos, arrugas, frío o calor, manchas,…
A continuación vamos a enumerar los diferentes tipos de tejidos que existen:
– Naturales: las fibras naturales pueden ser:
De origen animal:
o Pelo: lana, alpaca, mohair, cachemir,..
o Derivado: seda
De origen vegetal:
o Fruto: algodón
o Tallo: lino, yute y cáñamo
o Hoja: sisal o esparto
De origen mineral:
o Natural: amianto
o Transformadas: fibra de vidrio, oro, plata y cobre.
– Artificiales: en este caso, la materia prima es de origen natural, pero está mezclada con otros materiales y transformada. Ej: rayón, viscosa, acetato.
– Sintéticas: se obtienen en laboratorio tras un proceso industrial. Ej. Nylon, Elastano, Lurex, Poliéster
Sin duda, las fibras naturales tienen la ventaja de que proporcionan una mejor transpiración, algo que no se consigue con las conseguidas por métodos artificiales (con las que a veces se producen alergias, dermatitis,…). Los tejidos naturales normalmente no generan alergias.
Por el contrario tienen un inconveniente y es que requieren un cuidado y mantenimiento más delicado que las sintéticas y artificiales. De lo contrario pueden encoger o verse dañadas fácilmente.
Por su lado, las fibras sintéticas y artificiales reúnen una serie de ventajas que les hacen ser una gran opción: menor coste, mejor apariencia, necesita menos cuidados y es más fácil de lavar y planchar.
En la actualidad es difícil encontrar prendas de tejidos naturales, sobre todo en el comercio low cost. Las fibras naturales resultan más caras y por eso se han sustituido por sus copias artificiales, que aunque no tienen las mismas ventajas, resultan mucho más baratas de fabricar. Aun así, las fibras artificiales están tan conseguidas que resulta difícil diferenciarlas a simple vista.