• Asignatura: Historia
  • Autor: alissoncepedagoweo8k
  • hace 4 años

Los principios y teorías planteadas por Keynes frente a la crisis de los años 30, según su criterio:

¿Fueron un acierto o un planteamiento erróneo?
¿Sirvieron como paliativos de corto plazo o han servido para el estudio e implementación en el largo y mediano plazo de la política económica?

Respuestas

Respuesta dada por: josueperezmg
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Respuesta:

¿Cuáles fueron las críticas de Keynes a los clásicos? En primer lugar, Keynes consideraba que la economía clásica descansaba en dos postulados: 1) la igualdad entre el salario real y el producto marginal del trabajo, y 2) la igualdad entre el salario real y la desutilidad marginal del trabajo.

Keynes aceptó el primer postulado. Este proviene simplemente de la condición de primer orden de la maximización de beneficios por parte de empresas que operan en competencia atomística y que, en consecuencia, toman como dados precios y salarios y maximizan, sujetas a una restricción tecnológica (dada por la función de producción). Esta historia de empresas atomísticas que toman los precios como dados, claramente no es cierta, al menos en la gran mayoría de los mercados. Pero Keynes, por razones que creo entender, decidió no meterse con este postulado aunque con seguridad sabía muy bien que la competencia perfecta no era una buena descripción de la situación que prevalece en los mercados de bienes, con excepción de algunos de ellos. El artículo de Sraffa de 1926, la tesis de licenciatura de Kahn a principios de los años 1930 y el libro de Joan Robinson de 1933 versaban sobre la teoría de la competencia imperfecta. Creo por ello, que la decisión de Keynes de aceptar el primer postulado fue una decisión estratégica: le permitió concentrarse en el segundo postulado, su rechazo y las consecuencias de ese rechazo.

¿De dónde proviene el segundo postulado de la economía clásica? Proviene de las condiciones de primer orden del programa de maximización de la utilidad por parte de hogares trabajadores. Estos hogares maximizan su utilidad, que depende positivamente del consumo y negativamente del trabajo, y, sujetos a una restricción de presupuesto y nada más, maximizan tomando precios y salarios como dados (ya que también son atomísticos). Así, el hogar decide trabajar hasta el punto en que el salario que el trabajador recibe (medido en términos de los bienes que consume) le compensa exactamente por la desutilidad marginal del trabajo. Ni una hora más ni una menos. El resto del tiempo lo dedica al ocio.

Explicación:

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