Respuestas
El mito corto del día de hoy, habla acerca de una historia tan interesante como emotiva. Perséfone era hija de Démeter, la diosa de la Tierra y la agricultura. Siempre solía correr por los bosques, en compañía de ninfas como ella, para recoger todo tipo de flores y cuidar de ellas, tal y como le había enseñado su madre. Ella era muy feliz viviendo de esa manera y le encantaba caminar bajo el sol.
Pero sucedió que un día Hades, que era el dios de la tierra de los muertos o Inframundo, se encontraba paseando fuera de sus terrenos y se internó en lo más profundo del bosque, donde habitaban las ninfas.
Allí fue donde vió por primera vez a Perséfone, quien bailaba con tanta gracia y alegria, que el dios inmediatemente quedó prendado de ella.
Fue así que comenzó a urdir un plan para casarse con la muchacha. Encantó una de las flores en el bosque y en cuanto Perséfone acudió a recogerla, observó la tierra abrirse bajo sus pies, conduciéndola hasta los confines del Inframundo. Y desde entonces no se volvió a saber de ella.
Démeter, desesperada ante la desaparición de su hija, la buscó por nueve días y nueve noches, hasta que el Sol le contó lo que había presenciado, intuyendo que la ninfa se hallaba con Hades.
Llena de furia, Démeter bajo a sus dominios abandonando la Tierra, que sin sus cuidados se quedó estéril y dejo de dar frutos. La diosa estaba dispuesta a regresar en compañía de su hija pero era demasiado tarde. Ella se había casado con Hades y comido la semillas de una granada, que era la fruta del Inframundo. Por lo que le estaba prohibido regresar.
Pero Zeus intercediendo por Démeter, llegó a un acuerdo con Hades. Perséfone pasaría la mitad del año con él y la otra con su madre. Y así fue. Y cada vez que la ninfa regresaba a la Tierra, traía consigo la Primavera y todo se llenaba de flores.