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1. Reproducción asexual
La reproducción asexual es aquella en la que se produce un ser vivo a partir de una sola célula o un grupo de células. Desde un punto de vista más general, podemos definirla como la reproducción más “básica”, pues en general no requiere de células especializadas (gametos). En la mayoría de los casos, una célula madre da lugar a dos o más células hijas. Así de simple. A continuación, te presentamos los distintos eventos comprendidos dentro de la reproducción asexual.
1.1 Fisión binaria
Seres tan primales como las bacterias y las arqueas la llevan a cabo. En este caso, el ADN de la célula progenitora se duplica y su citoplasma se divide, con el fin de dar lugar a dos células hijas iguales.
1.2 Gemación
Estamos ante un concepto similar al anterior, pero en este caso, la división es desigual. Este mecanismo reproductor se basa en la surgencia de prominencias en el organismo progenitor las cuales, con el tiempo necesario y crecimiento, dan lugar a entes autónomos que pueden separarse del organismo parental (o quedarse unidos a él). Un ejemplo de esto es la especie Hydra oligactis, un hidrozoo de unos pocos milímetros con tentáculos.
1.3 Esporulación
Típica de algunos hongos y bacterias. En estos casos, se generan esporas (ya sean unicelulares o pluricelulares) que pueden ser liberadas al medio y que, en su interior, contienen la información genética necesaria para dar lugar a un nuevo individuo.
1.4 Fragmentación
Estamos ante un caso fascinante, pues el progenitor puede dividirse en segmentos y, a partir de estos, surgen descendientes autónomos. Estas escisiones corporales pueden producirse por accidente (arquitomía) o de forma espontánea (paratomía). Las planarias y diversas estrellas de mar presentan este tipo de reproducción, por ejemplo.
1.5 Poliembrionía
Entramos en terrenos más complejos, y por lo tanto, a partir de ahora observaremos estos tipos de reproducción en grupos de vertebrados, entre otros seres vivos. La poliembrionía es el primer mecanismo de reproducción que vamos a ver que sí que requiere de células sexuales (aunque sea un método de reproducción parcialmente asexual).
En este caso, dos o más embriones se desarrollan a partir de un solo cigoto. De forma estricta este proceso requiere de un componente sexual (pues el cigoto se produce por la fecundación de un óvulo), pero, más tarde, este se divide de forma asexual. Los gemelos univitelinos en humanos son un claro ejemplo de este proceso.
1.6 Partenogénesis
La partenogénesis es la última forma de reproducción asexual, en la cual un óvulo da lugar a un ser vivo completamente funcional sin necesidad de una fecundación previa. Especies como la lagartija Cnemidophorus neomexicanus están compuestas únicamente por hembras partenogenéticas, pues no requieren de machos para dar lugar a descendencia.
2. Reproducción sexual
La reproducción sexual implica obligatoriamente la singamia, es decir, la fusión de gametos masculinos y femeninos para que se produzca un cigoto, a partir del cual se desarrollará un embrión.
A diferencia del caso contrario, en este fenómeno la progenie es un resultado de la combinación de la información genética del padre y la madre, pues una célula diploide tiene un número doble de cromosomas (2n), donde uno proviene del óvulo de la madre (n) y otro del espermatozoide del padre (n). La clave de la reproducción sexual es, por tanto, la variabilidad genética de los descendientes.
En general, no se suelen distinguir tipos de reproducción sexual de la misma forma que en la variante asexual, pero según las características morfológicas de los gametos, podemos apreciar dos variantes diferentes. Te las contamos a continuación.
2.1 Isogamia
Los dos gametos que se unen para dar lugar al cigoto son exactamente iguales en estructura, tamaño y fisiología interna. Por esta razón, no se puede realizar una distinción entre “gameto femenino” y “gameto masculino”. Es típica de algunas plantas, hongos y protozoos.
2.2 Anisogamia
Es la reproducción sexual típica y más extendida. Existen dos gametos de diferente forma y tamaño (un óvulo y un espermatozoide) que darán lugar al cigoto mediante el proceso de fecundación.