Respuestas
Una niña de 9 años vivía en una casa lujosa con sus padres, a los que apenas veía. Ellos viajaban mucho porque eran políticos importantes dentro de su localidad, iban a fiestas de caridad y la dejaban sola en la casa. La niña se sentía sola y para que no se sintiera así sus padres le compraron un perro. Conforme pasaban los años el perro y la niña, ya hecha una jovencita, se hicieron inseparables.
Una noche a las tantas de la madrugada, entre las 2 y las 4, la niña se despertó por una serie de golpes que venían de su casa, para no alarmarse la niña bajó la mano y le lamieron la mano, algo normal, ya que era un código entre ella y el perro. La niña se durmió y volvió a despertarse y volvió a bajar la mano. Cuando se despertó ya entrada la mañana se encontró en el baño una rastro de la sangre de su perro, el cuál estaba degollado en el suelo.
Cuando los padres llegaron a casa vieron a su hija abrazar el cadáver del perro, su ropa se había teñido de rojo por la sangre del animal. Entre susurros decía: NO SOLO LOS PERROS LAMEN. Señaló el espejo del baño y escrito con grandes letras de sangre estaba escrita aquella frase.
Actualmente la niña, ya mujer, está en un manicomio y sus padres se fueron al extranjero por la humillación que aquello suponía. No se supo más de ellos.
Realidad
Aunque no se lo crean, ''actualmente'' (años 70-actualidad) se reportan encuentros con CADÁVERES en los arcones de las camas:
1- En cierta ocasión un huésped del hotel se quejaba del mal olor de la habitación. Los miembros del servicio decían que ya lo arreglarían. Tres días después el hombre se marchó y la señora de la limpieza se encontró el cadáver de una joven en el arcón.
2- Una familia que se fue de vacaciones durante el verano y al volver a su casa se encontraron con un fétido olor. Tras investigar las habitaciones llamaron a un control de plagas quien tras fumigar la casa se encontró un cadáver bajo la cama.
Cuando vas a dormir nunca piensas que algo o alguien puede esconderse debajo de tu cama.
La citada historia le sucedió a una niña de 9 años, hija única de padres de gran influencia en la política local; esta niña tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña normal, con buena educación, pero con una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola.
Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande para que cuidase a la niña cuando creciera, pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra los padres fueron a despedirse de la niña; el perro, ya acostumbrado a dormir con la niña, se tumbaba bajo de la cama.
Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, aproximadamente a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) al sentir su lengua en la mano se tranquilizó y durmió otra vez.
Cuando se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con letras rojas. Cuando se acercó, vio que era un rastro de sangre que decía así:
“NO SÓLO LOS PERROS LAMEN”.
Entonces dio un grito de terror al ver a su perro desangrado en el suelo de su habitación.
Se dice que cuando los padres la encontraron ella no decía otra cosa más que:
“¿Quién me lamió?” y decía el nombre de su perro, se volvió loca y hasta la fecha está en un manicomio y sus padres, tratando de olvidar lo que hallaron en el cuarto y a su hija, se fueron al extranjero.
La incógnita más grande es: según los que fueron a investigar al cuarto de la niña, el perro ya estaba muerto, desangrado en el suelo, desde hace horas. ¿Quién le lamió la mano a la niña debajo de la cama?