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Explicación:El congreso ofreció 5 conferencias, 35 ponencias (11) divididas en 12 mesas y 16 comunicaciones (12) divididas en cuatro grupos. Cada participante pudo asistir a 38 presentaciones en general. Esta gran cantidad de presentaciones permitió, por un lado, sacar el mayor provecho posible al encuentro pero implicó, por otro lado, un ritmo tan intenso que acabó cansando a los participantes los últimos días.
Fue notoria la presencia de diferentes líneas de trabajo entre los participantes y expositores. Me refiero a una clara distinción entre un grupo de investigadores que desarrollan un trabajo académico de características más tradicionales, en un sentido más teórico, versus otro grupo de investigadores que pretende realizar un trabajo académico en una línea de directa incidencia en los problemas de la realidad cotidiana, es decir, más cotidiano. Sin desmerecer la validez de ninguna de las posiciones, fue notoria esta dificultad en las instancias de los debates e intercambios. Posiblemente este es un buen desafío pendiente para los próximos años de trabajo y el próximo congreso.
Como en todo congreso, fue posible asistir a algunas exposiciones de gran calidad académica y ricas en sugerencias y a otras no tan interesantes.
Me llamó fuertemente la atención la capacidad de aceptación y recepción que tienen los miembros de la Fundación que participaron para acoger las sugerencias académicas realizadas por los participantes y la apertura y disponibilidad con que se comparte el material existente. En este sentido se nota un espíritu de trabajo colegiado y dispuesto al intercambio y debate.
Importante es constatar que hoy existe entre los investigadores más jóvenes un gran interés en desarrollar el estudio del pensamiento religioso de Zubiri. Aquí existe un trabajo por realizar y todo un mundo por explorar que puede aportar en la búsqueda de nuevas posibilidades de respuestas a los desafíos de la fe.
El esfuerzo de los organizadores del congreso fue excelente y merece ser destacado en la medida en que permitió un trabajo muy dinámico.
El balance del congreso es muy positivo. Realmente fue una experiencia importante y enriquecedora ya que junto con participar en una actividad académica de buen nivel permitió realizar valiosos intercambios de experiencias académicas, establecer contacto directo con las fundaciones X. Zubiri de Madrid y EE.UU, conocer otras fuentes de publicaciones interesadas en recibir nuevo material y reconocer la potencialidad del pensamiento de Zubiri.