Respuestas
Respuesta:
En la entrega anterior, vimos qué quiere decir que los medios mientan y quién miente en definitiva. Pero además de mentir, los medios pueden decir la verdad. Pero, como veremos, esto no es tan simple, no siempre es fácil decir la verdad.
Construcción
Cuando los norteamericanos tomaron el Monte de Iwo Jima, la primera bandera izada se veía muy pequeña en la foto. La imagen carecía de fuerza, de heroísmo. Se decidió, entonces, montar una fotografía inventada que reprodujera el mismo acontecimiento, pero esta vez con una bandera más grande. ¿Se trata de un engaño? ¿Podríamos decir que hay allí una mentira?
Durante la Segunda Guerra Mundial, el director de cine norteamericano John Ford intentó filmar el ataque a Pearl Harbour. Al no poder tomar ninguna buena imagen, se decidió utilizar a los soldados que estaban en reserva para montar una escena que representara una batalla ya terminada. ¿Es eso mentir? ¿se miente cuando se monta una escena que representa un acontecimiento que sí ocurrió?
Lo que estos dos ejemplos nos devuelven es el problema de la construcción de la realidad.
Explicación:
Decimos entonces que los medios dicen la verdad cuando, por ejemplo, revelan un plan regional para controlar al pueblo durante la dictadura, por ejemplo, en el caso de la investigación del Plan Cóndor de Stella Calloni. ¿De qué verdad se trata allí?
A la realidad le pasa lo mismo que al cine: lo real nunca se reduce a ser una cosa o un hecho que podemos fácilmente identificar y representar. ¿Cómo identificar en una imagen las relaciones políticas presentes en el actual conflicto de Siria? ¿Cuál sería la verdad sobre la Guerra? ¿Qué sería una imagen verdadera, un informe verdadero sobre la Siria? ¿Sería verdadero un informe que no dé cuenta, por ejemplo, de la historia del partido político en el poder, o de los intereses de empresas privadas en gasoductos, o de las relaciones entre los distintos grupos que enfrentan al gobierno sirio? ¿Sería verdadero un informe que muestre sólo góndolas vacías sin mostrar su causa, sin mostrar la puja de poder de empresas de alimentos y el gobierno venezolano?
Siempre podemos decir que no hay tanto tiempo para mostrar todo; que la gente se aburriría enseguida; que sería muy complejo y nadie entendería nada. De acuerdo. Pero imaginemos la siguiente situación completamente inocente y simple: debemos cocinar un delicioso budín de limón pero, o bien por tiempo o bien porque no lo hemos conseguido, decidimos no ponerle limón. ¿Será un budín de limón de cualquier manera? Claramente no. Si ante un caso tan banal no tendríamos dudas, ¿por qué las tenemos en situaciones más importantes?
La realidad siempre es mucho más que una imagen, que un informe de 30 segundos, que una nota de apenas unas líneas. No es fácil decir al verdad en el panoramos de los medios actualmente, en el panorama de grandes corporaciones mediáticas y de medios alternativos que luchan por hacerse oír. La verdad revelada en el Plan Condor es una verdad histórica, de una verdad geográfica, de una verdad epocal, una verdad política. Se nos dirá que los medios no pueden profundizar tanto, que habría que hacer programas enteros para empezar a explicar el conflicto de Siria, o escribir libros para mostrar la verdad sobre las relaciones entre Rusia y EEUU. Entonces responderíamos: Pues bien, pero entonces asumamos que hacemos cualqueir cosa menos informar, que nuestro trabajo es más el de un entretenedor, ilusionista o emprendedor que el de un periodista.