Respuestas
Durante mucho tiempo, con la obvia excepción de los mexicas, las sociedades mesoamericanas fueron vistas como esencialmente pacíficas, en las que la expresión de violencia se limitaba al sacrificio ritual, tamizado necesariamente por su vocación religiosa y su papel como un medio para procurar el bien común. Las investigaciones de las últimas décadas han traído nuevas maneras de entender el papel que desempeñó la guerra –con un considerable cúmulo de datos relacionados con ella– en la integración del área mesoamericana y en el desarrollo de sus grandes ciudades. La evidencia sobre la existencia de un clima guerrero a lo largo y ancho de Mesoamérica en los distintos momentos de su historia es amplia y variada. Destacan las descripciones de los conquistadores españoles, que informan con detalle de las prácticas militares y aun del concepto que de la guerra tenían los pueblos del Posclásico.
Explicación:
La guerra es una experiencia universal que adopta diversas formas en la historia de la humanidad. Fue una práctica extendida en las culturas antiguas de México. Entre los propósitos fundamentales de la guerra en el mundo mesoamericano estaban los dominios territoriales, la obtención de mano de obra esclava, los tributos y la legitimación de dirigentes o de linajes.
Es sumamente probable que la guerra fuera el ámbito ideal para la captura de víctimas para sacrificios rituales, como aún pueden apreciarse en diversas estelas encontradas en sitios arqueológicos de la región, donde los cautivos aparecen atados, a veces con las uñas arrancadas, tomados del cabello, algo que, en oposición, conllevaba una apología o exaltación de los señores gobernantes.