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Es una tarde lluviosa de octubre, dos semanas después de que la tía Dolores regresara de visitar a sus padres en Santa Fe. Josefina, sus hermanas y Tía Dolores cosen en la sala familiar con los nuevos patrones que Tía Dolores trajo de la Ciudad de México y telas de los Estados Unidos. Josefina termina su vestido y se lo prueba, complacida con su trabajo. Tía Dolores le da consejos de costura a Clara, que a todos les recuerda a Mamá. Francisca y Clara se pelean por los puntos de Francisca, y Josefina las distrae cantando y bailando con su vestido nuevo. Tía Dolores toca la canción en el piano, y pronto todas las hermanas están bailando, lucha olvidada. Papá entra a verlos antes de ir al pueblo. Con toda la lluvia quiere vigilar a su hermana, la tía Magdalena, porque el arroyo podría inundar. Josefina está preocupada, pero rezan con Papá y le dan las buenas noches.
Josefina está demasiado preocupada para dormir. Escucha la tormenta y piensa en Papá, esperando que sus oraciones lo protejan. La campana de la iglesia en el pueblo comienza a sonar muy rápido, lo que indica una emergencia. Tía Dolores viene a buscar a Josefina, Clara y Francisca para salvar lo que puedan del huerto mientras otros en el rancho sacan a los animales del peligro y construyen las orillas del arroyo. Josefina le tiene miedo a los rayos y se congela cuando salen. Mamá solía ayudarla en las tormentas y Tía Dolores hace lo mismo, poniendo un brazo alrededor de sus hombros. Llegan al jardín, que está inundado, y recogen todo lo que pueden antes de que se desvanezca.
Capítulo dos: Convirtiendo mantas en ovejas
El día siguiente está despejado, aunque el suelo todavía está húmedo. Papá regresa del pueblo con buenas y malas noticias. Tía Magdelena está a salvo, pero parte de la iglesia se derrumbó. La cosecha del rancho es segura, pero se perdieron muchas cosechas en el pueblo. Hicieron un buen trabajo salvando el huerto, pero cientos de ovejas del rancho se ahogaron al intentar cruzar un arroyo hacia un terreno más alto. Las ovejas son muy importantes para el rancho por su carne y lana para el comercio, y es una pérdida terrible. Papá cree que tendrá que cambiar todas sus mulas por ovejas nuevas, pero la tía Dolores tiene la idea de que todos en el rancho tejan toda su lana en mantas para cambiarlas por ovejas. A Josefina y sus hermanas les sorprende que Tía Dolores esté hablando de negocios con Papá, ya que eso es algo que mamá nunca hizo. Francisca está especialmente molesta, y señala que Josefina no puede tejer porque es muy pequeña. Tía Dolores dice que tiene un telar que Josefina podría usar, y Josefina está ansiosa por ayudar en todo lo que pueda. Ella les levanta el ánimo y todo el mundo está dispuesto a intentarlo, incluso Francisca.
Esa tarde, la tía Dolores lleva a Josefina con su sirvienta, Teresita, para que aprenda a tejer. Empiezan enseguida, porque como dice la tía Dolores, los santos lloran por el tiempo perdido. Teresita es navajo y aprendió a tejer de su madre antes de ser capturada cuando era niña. Ella le cuenta a Josefina la historia de cómo los navajos aprendieron a tejer y le muestra a Josefina cómo funciona el telar. Josefina admira el hermoso estampado en la parte terminada de la manta, especialmente el hilo rojo que hace que los otros colores luzcan mejor. Ella da un giro, y aunque su trabajo es lento y tiene que empezar de nuevo muchas veces, lo hace bien y para la siguiente lección Teresita ya ha montado un telar para ella. Josefina está orgullosa de poder ayudar a su familia.
Capítulo tres: Cepillo de conejo
Josefina y sus hermanas emprenden una expedición para recolectar diferentes plantas que utilizarán para teñir la lana para tejer. Tienen una mañana exitosa y se detienen a comer al mediodía. Josefina, Clara y Ana están de buen humor, pero Francisca está de mal humor. No le gusta tejer ni el trabajo extra que tienen que hacer. A Francisca no le gusta que Tía Dolores siempre quiera que ellos hagan algo nuevo y diferente y que cambien sus costumbres. Tía Dolores no es lo que Francisca esperaba. Las hermanas discuten hasta que Ana dice que Francisca está de mal humor porque tiene que levantarse temprano, y mamá siempre dice que Francisca es dulce siempre que duerma lo suficiente. Francisca se ve graciosa cuando Ana menciona a mamá, y Josefina canta la canción matutina que mamá solía cantar para Francisca. Francisca se siente mejor hasta que se encuentran con Tía Dolores caminando de regreso al rancho.
Explicación:
eso son todos los capitulos corona plis
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