Respuestas
Respuesta:
porque trata tal vez de diferentes tipos de libros
Explicación:
espero ayude
coronita pliz
Respuesta:
Pues no. Ni el fulgor de Internet será capaz de oscurecer la realidad del libro tal y como lo entendemos desde que en el siglo XV Gutenberg acunó la imprenta. Pueden cambiar, y han cambiado considerablemente, los procedimientos de impresión, las fórmulas de adquisición, el sistema de las librerías. Pero el libro, objeto que se maneja con las manos y que permite leer en cualquier postura, el libro que se toca, se palpa, se siente, se estimula, ese va a permanecer. En los últimos 2.500 años nada ha podido con el teatro. Apenas hay diferencia entre lo que vemos ahora en una sala alternativa y lo que contemplaron los griegos cuando se extasiaron con Eurípides. Dentro de ochocientos años, hombres y mujeres leerán los libros como ahora. Apenas se habrán producido diferencias.
Pues no. Ni el fulgor de Internet será capaz de oscurecer la realidad del libro tal y como lo entendemos desde que en el siglo XV Gutenberg acunó la imprenta. Pueden cambiar, y han cambiado considerablemente, los procedimientos de impresión, las fórmulas de adquisición, el sistema de las librerías. Pero el libro, objeto que se maneja con las manos y que permite leer en cualquier postura, el libro que se toca, se palpa, se siente, se estimula, ese va a permanecer. En los últimos 2.500 años nada ha podido con el teatro. Apenas hay diferencia entre lo que vemos ahora en una sala alternativa y lo que contemplaron los griegos cuando se extasiaron con Eurípides. Dentro de ochocientos años, hombres y mujeres leerán los libros como ahora. Apenas se habrán producido diferencias.Leer un libro en pantalla constituye un martirio chino y un calvario para los ojos. Extraerlo de la impresora significa retornar, por otro procedimiento, a la fórmula del libro convencional. Otra cosa es que la educación audiovisual que nos anega, sustraiga de la lectura de libros a algunas gentes que en ella estarían si no existieran los nuevos medios de comunicación. Aún así, la realidad es que la incidencia audiovisual resulta escasa. El hombre inteligente, al que le gusta reflexionar, lee. Lee periódicos impresos y lee libros. La lectura se convierte para él en una exigencia o en un placer…