Respuestas
Respuesta:La migración supone el abandono del lugar de residencia. Un abandono de lugares, pero también de objetos amados que han tenido un papel central en la construcción psíquica del individuo. El emigrante se encuentra desamparado: “…Cuando salí de mi tierra / volví la cara llorando / porque lo que más quería / atrás me lo iba dejando”. (Juan Valderrama. El emigrante). Su tarea se asemeja al camino de la cura analítica: pasar por el duelo y aceptar la falta. Renunciar a esa madre-patria-objeto-amado, a lo infantil y absoluto, para identificar la grieta, lo real. Debe reconstruirse y salir adelante solo. Y sólo después de haber hecho ese tránsito, podrá reconocer que, aunque perdió el objeto-patria, nunca lo perdió. Como plasma Juan Valderrama: “Adiós mi España querida, / dentro de mi alma / te llevo metida. / Y aunque soy un emigrante / jamás en la vida / yo podré olvidarte.
Explicación: espero que te sirva