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Respuesta:
Carlomagno El primer emperador de la edad media
Explicación:
En el año 768 d.C. Pipino el Breve, hijo de Carlos Martel y rey de los francos, murió dejando el reino a sus dos hijos: al mayor, Carlomagno, legó los territorios occidentales de Aquitania, Neustria y Austrasia; el menor, Carlomán, heredó la parte mediterránea con Septimania y Provenza y los territorios interiores de Borgoña, Alsacia y Suabia. Ambos hermanos no se llevaban bien y solo la fuerte autoridad de su madre Bertrada, que a la muerte de Pipino siguió ejerciendo un gran ascendente sobre sus hijos, evitó una guerra civil que hubiera podido desintegrar la frágil unidad del reino franco.
EL FIN DE LA ITALIA LONGOBARDA
El ascenso de Carlomagno fue propiciado en parte por su aprovechamiento de los conflictos ajenos. El rey franco estaba casado con Ermengarda, la hija de Desiderio, el rey de los lombardos (o longobardos) que gobernaban el norte de Italia; se trataba de un matrimonio político que debía servir para mantener la paz, pero su esposa tenía una salud frágil y no pudo darle ningún hijo, por lo que acabó repudiándola. Era el año 771, el mismo en el que su hermano Carlomán murió: los hijos de este se dirigieron a Pavia, la capital del reino lombardo, para pedirle a Desiderio que hiciera valer sus derechos como herederos frente a las pretensiones de su tío.
El rey lombardo, ofendido con Carlomagno por haber repudiado a su hija, no necesitó más para empezar la guerra. Pero fue una decisión desastrosa para él: Carlomagno dividió su ejército en dos columnas y una de estas consiguió llegar hasta Pavia y ponerla bajo asedio. La vigilia de Pascua del 774, recibió la visita de una delegación de condes y obispos romanos que le traían una invitación del papa Adriano I para visitar Roma, que él aceptó gustosamente.
Tras pasar la Pascua en Roma volvió a Pavia que, agotada por el hambre y la epidemia, se rindió. Carlomagno ciñó la corona de hierro de los reyes lombardos, terminando así la historia de la Italia longobarda y ganando un poderoso aliado en el Vaticano. Pero era solo el primer paso hacia una gloria mucho mayor.
Carlomagno acompañó a León a Roma y puso en marcha una comisión que, en pocos días, rechazó las acusaciones contra el papa y le garantizó su protección. El pontífice le devolvió el favor coronándole como Emperador de los Romanos durante la misa de Navidad.
En el año 806 Carlomagno convocó una gran asamblea de nobles en la que estipuló la división del imperio entre sus hijos tras su muerte. Las décadas de guerra contra los andalusíes y los sajones lo habían agotado física y mentalmente, a lo que había que añadir sus problemas de salud a causa de la gota. Su nuevo poder como emperador no había conducido, a pesar de sus intentos, a la creación de un poder central fuerte.
En asamblea, llevó a cabo su último intento de mantener unido un imperio que amenazaba romperse, a causa de la corrupción de los nobles y la independencia de los eclesiásticos, que eran y querían seguir siendo un verdadero estado dentro del estado.