Los sacerdotes mayas del Sol –quienes fueron los científicos, los astrónomos y los líderes de la comunidad– registraron y estudiaron los movimientos de los astros para verificar una historia, heredada por sus antepasados olmecas, de los fundadores de su cultura. El relato afirmaba que el centro de la galaxia emitía cíclicamente pulsos de energía: al comienzo, en el punto intermedio y al final de un Gran Ciclo de 26 000 años. La energía excitaba al Sol induciéndolo a irradiar más energía, a pesar de ser elevada, no era destructiva, aunque producía vastas transformaciones en la naturaleza que afectaban a la sociedad desarrollada por el hombre. Pero cada 26 000 años –al comienzo y final del ciclo– la intensidad de la energía recibida era muy alta, lo que provocaba un cataclismo que destruía la civilización sobre la Tierra.
Cada 26 000 años el Sol aumenta su irradiación. Los mayas verificaron que el ciclo existe, lo estudiaron y con las comprensiones adquiridas crearon los más precisos calendarios de todas las civilizaciones sobre la Tierra. Diseñaron las unidades de medida y los calendarios para entender ese ciclo y divulgarlo.
Registraron y relacionaron sus hallazgos en distintas escalas: los movimientos de los astros, las transformaciones de la naturaleza y los eventos cíclicos en la vida del hombre. Lo que nosotros llamamos paso del tiempo. Para ello, utilizaron unidades progresivamente mayores, todas múltiplo del número 20. Los ciclos en la escala de su vida cotidiana los midieron en días, los ciclos en la escala de comunidad que dependía de las estaciones los cuantificaron en meses, las etapas de la vida del hombre las registraron en años. Midieron las Eras del Sol –las cuales determinan la duración de las
civilizaciones– en miles de años y los procesos divinos que ordena Hun’ab K’uh, en millones de años.
Ellos creían que en el centro de la galaxia palpitaba regularmente el corazón del universo, al que llamaban Hun’ab K’uh, emanando la energía que mueve todo lo que existe.
El día maya, al que llamaron Kin, fue la unidad base de sus mediciones. Relacionaron sus investigaciones con el movimiento fundamental de la vida cotidiana, el giro de la Tierra sobre su eje, que produce un periodo de luz y actividad, seguido de otro de oscuridad y descanso. La unidad que usaron para representarlo es la base de todas las demás. En su visión cada Kin es único y distinto a los demás. A pesar de ajustarse al mismo ciclo, la cantidad, la intensidad y el tipo de energía que recibe es distinta, lo que lo individualiza y le da características propias. La Tierra y, por lo tanto, el hombre reciben una combinación de energías que cambian dinámicamente, dependiendo de la posición que ocupa el planeta en relación con las fuentes que lo irradian. Como el Sol, las constelaciones zodiacales, las estrellas que se ubican sobre el polo norte y el corazón de Hun’ab K’uh en el centro de la galaxia. Esa combinación también es afectada por la energía que reflejan la Luna y los planetas hacia la Tierra.
La segunda unidad es el Win’Al, el mes maya, que es un conjunto de 20 días. Lo asociaron al segundo movimiento fundamental de nuestra realidad, al desplazamiento diario de la Tierra en su órbita alrededor del Sol. El que determina las estaciones, las lluvias y, por ende, los procesos comunitarios más importantes, como la preparación de la tierra, la siembra, la cosecha. Un conjunto de 20 días que se ajusta a su sistema matemático vigesimal. Con él midieron los avances parciales de la Tierra por su órbita alrededor del Sol, al que dividieron en 18 Win’Al Oob (Oob es el indicativo de plural). Son 18 meses exactamente iguales (18 × 20 = 360 días) que completan un año maya o Tun, como lo llamaban ellos. Le adicionaron cinco días de transición entre el año que termina y el que comienza, para completar los 365 días.
Tomado de “La confirmación maya”, fascículo 5, El Espectador, Fernando Malkún, 2010.
ninuru61:
ayudaaaa
Respuestas
Respuesta dada por:
5
Respuesta:
por que si
Explicación:
Preguntas similares
hace 3 años
hace 3 años
hace 6 años
hace 8 años
hace 8 años
hace 8 años