• Asignatura: Castellano
  • Autor: tomasdavidpradacaper
  • hace 4 años

El elefante encadenado

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos
eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la
atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su
tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato
antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena
que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado
unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía
obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza,
podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando
tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún
maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me
explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la
pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber
recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del
elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que
también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante
sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha
estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me
imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel
momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su
esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se
durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le
seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su
impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree
-pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella
impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a
cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su
fuerza otra vez...



En el texto “el elefante encadenado” ubique las palabras terminadas
en “ar, er, ir” escríbalas en una lista. Estas palabras son verbos

Respuestas

Respuesta dada por: SraMostaza
2

Son estás:

Volver.

Arrancar.

Huir.

Haber.

Encontrar.

Pesar.

Probar.

Nacer.

Cuestionar.

Poner.

El elefante encadenado

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando

tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le

seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su

impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Espero te sirva.


yuranidelgadoh72: me ayudas a resumir el mismo Cuento Por favor
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