Respuestas
Respuesta:
La historia de Rusia durante la Primera Guerra Mundial fue un periodo crucial de la historia moderna del país que comenzó con la entrada de este en la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914 y acabó formalmente en marzo de 1918 con la firma del Tratado de Brest-Litovsk, tras la caída de la monarquía y la implantación del Gobierno soviético durante la Revolución de Octubre. Al final de la participación rusa en la guerra mundial le siguió la guerra civil rusa, que sumió al país en un nuevo conflicto que duró hasta 1921.[1] La autocracia que entró en el conflicto en 1914 se transformó en el primer gobierno socialista del planeta.[2]
En 1914, los rusos sufrieron una grave derrota en Prusia oriental en la que perdieron cien mil hombres.[3] A comienzos de 1915, lograron algunas avances en el sector austrohúngaro, hasta que se desencadenó la contraofensiva de August von Mackensen en abril, que precipitó la gran retirada rusa del verano, en la que los rusos perdieron los territorios polacos, lituanos y parte de los bielorrusos.[3]
Pese a que en 1917 la Entente gozaba ya de notable ventaja en hombres y armamento frente al enemigo, apenas hubo combates durante ese año en el frente ruso.[4] El hartazgo de la población acabó con la monarquía en la Revolución de Febrero.[4] La fallida Ofensiva de Kérenski de julio dio paso a un contraataque de los alemanes en agosto y septiembre que les permitió apoderarse de la Galitzia oriental y de Riga.[4] En noviembre los bolcheviques se hicieron con el poder en la Revolución de Octubre; en diciembre firmaron un armisticio con los Imperios Centrales y, en marzo de 1918, el Tratado de Brest-Litovsk que puso fin a la participación de Rusia en el conflicto mundial.[4]
Explicación:
Respuesta:
A pesar de que casi todas las familias perdieron a alguien o tuvieron heridos en la guerra, en las ciudades de Rusia no hay monumento en honor a la Primera Guerra Mundial: «Sólo en Moscú y San Petersburgo», añade este profesor de Historia. Lo que ha quedado fijado en la mente rusa es que la Primera Guerra Mundial supuso «un fracaso y una vergüenza para Rusia», dice Polina. Principalmente porque fue una lucha en territorio ajeno para apoyar a los aliados. Nada que ver con la Segunda Guerra Mundial: «En ella se luchó en nuestro territorio contra los fascistas, que no reconocían a otras naciones sino que convertían a la gente en esclavos sin derechos», concluye.
Explicación: