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Cómo Hacer la Portada de un Libro (Bien Explicado)
Técnicamente la maquetación de una portada no es un asunto muy complejo. Es un único documento con unos pocos textos y, quizás, imágenes. La elaboración de la portada de un libro es algo más complicado que la de una revista. Las cubiertas —el conjunto formado por portada, lomo y contraportada y, si viene al caso, la camisa de un libro— tienen más elementos.
Este tutorial sobre cómo hacer la portada, lomo y contraportada— de un libro forma parte de una miniserie de tutoriales sobre la creación de libros impresos con Adobe InDesign. El libro para el que crearemos la portada en este tutorial es el Spanish Literature Advanced Placement (AP) Texts for the Reading List (2012-2013), del que ya creamos y un ejemplar como libro digital y dos volúmenes como libros físicos.
Las partes principales de la cubierta de un libro
En un libro, las cubiertas y especialmente la portada portada tienen más de una función: Lo protegen y arman, lo presentan al lector y atraen a éste a la obra.
Las principales partes de las cubiertas de un libro son tres: Portada, contraportada y lomo. Partes opcionales son las solapas, una faja y, si es de tapas duras, una camisa (que suele incluir solapas). Aquí, en principio, sólo desarrollaremos las cubiertas de un libro de tapas blandas sencillo, sin solapas ni faja publicitaria.
Los componentes de la portada se colocan en un mismo pliego por este orden: Contraportada, lomo y portada, como se ve en los gráficos superiores. Si hubiera solapas, la que acompaña a la contraportada es el primer elemento por la izquierda y la de la portada es el último. La anchura del pliego o superpágina final es la suma de la anchura de todos esos elementos.
Las cubiertas de los librosde tapas blandas se hacen en un papel distinto del que se ha usado en el interior. Suele ser una cartulina (de 200 a 300 gr.) que admite colores de cuatricromía, tintas directas (colores especiales, fluorescentes, metalizados…) y acabados especiales (plastificados, laminados, relieves, troquelados…).
Medidas y sangre
En el caso de libros de tapas blandas sin solapa, la portada mide lo mismo que las páginas del interior y el diseñador debe añadir la sangre necesaria para que al cortar no queden márgenes o rebabas extrañas. Las medidas normales de sangre suelen ser de 3 mm. por los bordes exteriores, aunque en algunos casos se pueden necesitar hasta 5 mm.
Además, para evitar problemas, no debemos colocar ninguna información vital demasiado cerca de los bordes o pliegues. por eso debemos respetar un "margen de seguridad" cerca de los bordes —con 5 mm. suele ser suficiente—. Fuera de ese margen invisible no pondremos nada que no sea el fondo. Este espacio de seguridad no tiene porqué coincidir con la caja tipográfica. Es una medida de seguridad. La portada es la parte frontal. No hay límites a los elementos que puede llevar o no, pero los usuales son el título de la obra, el nombre del autor y el nombre o logotipo de la editorial. Además, si procede, el título de la colección, el número de volumen, el nombre de los editores del contenido (en el caso de libros académicos) y cualquier otro texto que se considere conveniente.
Las portadas suelen llevar alguna imagen, ilustración o combinación tipográfica que presentan el libro y lo hacen más atractivo. Ese gancho visual se suele extender al lomo y a la contraportada. No indico más, el aspecto estético del diseño de portadas de libros es un tema inagotable cae fuera del objetivo práctico de esta página. Todo lo más unas pocas indicaciones:
-No volvernos locos con la tipografía: Ménos es mejor. Si queremos variar de color tipográfico, es mejor mantenerse en la misma familia de letras y elegir una variante (negrita, cursiva, seminegra, extranegra, ultracondensada, etc…) —y nunca, nunca, nunca estrechar o expandir una tipografía.
-Respetar la legibilidad en la aplicación de colores a los textos; por ejemplo: No poner textos grises o verdes brillantes sobre fondo rojo.
-Evitar la elección de combinaciones de imagen colores y tipografías que choquen con el tema y tono del libro.
-No usar un recurso por el mero hecho de disponer de él. Saber sacrificar elementos en favor del conjunto. La acumulación de efectos o elementos no suele sumar. Suele restar.
Técnicamente la maquetación de una portada no es un asunto muy complejo. Es un único documento con unos pocos textos y, quizás, imágenes. La elaboración de la portada de un libro es algo más complicado que la de una revista. Las cubiertas —el conjunto formado por portada, lomo y contraportada y, si viene al caso, la camisa de un libro— tienen más elementos.
Este tutorial sobre cómo hacer la portada, lomo y contraportada— de un libro forma parte de una miniserie de tutoriales sobre la creación de libros impresos con Adobe InDesign. El libro para el que crearemos la portada en este tutorial es el Spanish Literature Advanced Placement (AP) Texts for the Reading List (2012-2013), del que ya creamos y un ejemplar como libro digital y dos volúmenes como libros físicos.
Las partes principales de la cubierta de un libro
En un libro, las cubiertas y especialmente la portada portada tienen más de una función: Lo protegen y arman, lo presentan al lector y atraen a éste a la obra.
Las principales partes de las cubiertas de un libro son tres: Portada, contraportada y lomo. Partes opcionales son las solapas, una faja y, si es de tapas duras, una camisa (que suele incluir solapas). Aquí, en principio, sólo desarrollaremos las cubiertas de un libro de tapas blandas sencillo, sin solapas ni faja publicitaria.
Los componentes de la portada se colocan en un mismo pliego por este orden: Contraportada, lomo y portada, como se ve en los gráficos superiores. Si hubiera solapas, la que acompaña a la contraportada es el primer elemento por la izquierda y la de la portada es el último. La anchura del pliego o superpágina final es la suma de la anchura de todos esos elementos.
Las cubiertas de los librosde tapas blandas se hacen en un papel distinto del que se ha usado en el interior. Suele ser una cartulina (de 200 a 300 gr.) que admite colores de cuatricromía, tintas directas (colores especiales, fluorescentes, metalizados…) y acabados especiales (plastificados, laminados, relieves, troquelados…).
Medidas y sangre
En el caso de libros de tapas blandas sin solapa, la portada mide lo mismo que las páginas del interior y el diseñador debe añadir la sangre necesaria para que al cortar no queden márgenes o rebabas extrañas. Las medidas normales de sangre suelen ser de 3 mm. por los bordes exteriores, aunque en algunos casos se pueden necesitar hasta 5 mm.
Además, para evitar problemas, no debemos colocar ninguna información vital demasiado cerca de los bordes o pliegues. por eso debemos respetar un "margen de seguridad" cerca de los bordes —con 5 mm. suele ser suficiente—. Fuera de ese margen invisible no pondremos nada que no sea el fondo. Este espacio de seguridad no tiene porqué coincidir con la caja tipográfica. Es una medida de seguridad. La portada es la parte frontal. No hay límites a los elementos que puede llevar o no, pero los usuales son el título de la obra, el nombre del autor y el nombre o logotipo de la editorial. Además, si procede, el título de la colección, el número de volumen, el nombre de los editores del contenido (en el caso de libros académicos) y cualquier otro texto que se considere conveniente.
Las portadas suelen llevar alguna imagen, ilustración o combinación tipográfica que presentan el libro y lo hacen más atractivo. Ese gancho visual se suele extender al lomo y a la contraportada. No indico más, el aspecto estético del diseño de portadas de libros es un tema inagotable cae fuera del objetivo práctico de esta página. Todo lo más unas pocas indicaciones:
-No volvernos locos con la tipografía: Ménos es mejor. Si queremos variar de color tipográfico, es mejor mantenerse en la misma familia de letras y elegir una variante (negrita, cursiva, seminegra, extranegra, ultracondensada, etc…) —y nunca, nunca, nunca estrechar o expandir una tipografía.
-Respetar la legibilidad en la aplicación de colores a los textos; por ejemplo: No poner textos grises o verdes brillantes sobre fondo rojo.
-Evitar la elección de combinaciones de imagen colores y tipografías que choquen con el tema y tono del libro.
-No usar un recurso por el mero hecho de disponer de él. Saber sacrificar elementos en favor del conjunto. La acumulación de efectos o elementos no suele sumar. Suele restar.
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