Respuestas
Respuesta:
Las principales causas políticas de la Revolución mexicana fueron:
Gobierno de Porfirio Díaz. ...
Falta de libertades y corrupción. ...
Aparición de nuevos movimientos opositores. ...
Golpe de Estado contra Madero. ...
Explotación. ...
Progreso basado en capital extranjero. ...
Enorme latifundismo.
Respuesta:
Causas políticas
Porfirio Díaz había permanecido casi tres décadas en el poder tras alcanzar la presidencia en 1877. Durante ese tiempo había establecido un gobierno autoritario en el que la libertad política era inexistente. Las principales causas políticas de la Revolución mexicana fueron:
Gobierno de Porfirio Díaz
Porfirio Díaz llegó a la presidencia del país en 1877. Aunque dejó el cargo durante una legislatura (1880 – 1884), después volvió a ocuparla ininterrumpidamente hasta 1911. El lema del Porfiriato, nombre que recibió este periodo de la historia de México, era “Paz, orden y progreso”.
Los historiadores destacan el crecimiento económico que propiciaron las políticas del Porfiriato, aunque señalan que este se produjo a costa de los habitantes más vulnerables del país, entonces la gran mayoría.
Aunque en su primera elección se había presentado como un defensor de la no reelección, muy pronto realizó cambios legales para poder perpetuarse en el poder. Para afianzar su posición estableció un gobierno de corte militar y se reservó el control de todas las instituciones.
Díaz ejerció una feroz represión contra cualquier posible rival político y contra los líderes sociales que pudieran representar una amenaza para su gobierno. De igual forma, no existía libertad de prensa y muchos periodistas sufrieron sus represalias.
Negación a la democracia
Dado su interés por permanecer en el poder, Porfirio Díaz hizo todo lo posible para evitar elecciones libres y democráticas en México. A Díaz le interesaba mantener un gobierno firme y poderoso, por lo que la idea de la democracia iba en su contra.
Díaz se las ingenió para modificar la Constitución tantas veces como le fue necesario para así perpetuarse en el poder.
Empezó su mandato manifestándose en contra de la reelección, luego propuso que se permitiera esta reelección con un período presidencial de por medio, y luego alargó el período presidencial a seis años.
Falta de libertades y corrupción
Como se ha señalado, en el México del Porfiriato no existía libertad de prensa ni de expresión. En líneas generales, los derechos humanos no se respetaban.
Por otra parte, la corrupción era generalizada. Esto ha provocado que muchos historiadores afirmen que se trató de un periodo de corrupción institucionalizada.
El gobierno de Díaz, quien afirmaba que pretendía gestionar el país como si fuera una empresa, otorgaba privilegios amigos y familiares. Con esto no solo ayudaba a que se enriquecieran, sino que también compraba voluntades para que los apoyaran como gobernante.
De igual forma, Díaz utilizó dinero público para pagar deudas de otros países y para cubrir sus inversiones en distintos negocios, como los ferrocarriles, la banca o la minería.
Aparición de nuevos movimientos opositores
Fue el propio Porfirio Díaz quien propició que aparecieran nuevas organizaciones políticas opositoras. La clave fue una entrevista que concedió a James Creelman, un periodista estadounidense, en la que anunciaba que podría permitir que otros partidos se presentaran a las elecciones de 1910. Además, insinuó que estaba dispuesto a retirarse.
Estas declaraciones animaron a sus opositores, que se organizaron en dos corrientes principales: el Partido Nacional Antirreeleccionista y el Partido Democrático. También se produjeron movimientos en el bando porfirista, con la creación del Partido Nacional Porfirista y el Partido Científico.
Entre los partidos opositores, el más popular fue el Antirreeleccionista, dirigido por Francisco I. Madero. Este hizo pública su candidatura y, durante la campaña, fue evidente su gran aceptación por parte del pueblo.