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Respuesta:1. Comete un asesinato
Ningún otro crimen es merecedor de convertirse en la estrella de una novela policíaca. Éste es uno de los elementos indispensables en la creación de tu novela policíaca.
Por supuesto, puedes utilizar chantajes, agresiones, robos, pero el caso al que ha de enfrentarse tu detective y que propones al lector debe de ser el crimen por excelencia: el asesinato de un semejante. Ya lo decía S.S. Van Dine en sus 20 reglas para escribir una novela policíaca y, en este aspecto, la novela policíaca clásica y la actual coinciden por completo.
Una novela policíaca sin un asesinato, no es una novela policíaca.
2. Lo importante es el crimen
Es verdad que, hoy en día, la novela policíaca va mucho más allá de lo que se esperaba de la novela policíaca clásica. El lector moderno espera algo más que un crimen que resolver. Quiere convivir con unos personajes bien creados, tridimensionales y verosímiles a los que les sucedan acontecimientos que pueden estar relacionados con la trama principal o no.
Vale, en eso estamos de acuerdo. En la novela policíaca actual hay que introducir subtramas, algunas de las cuales interferirán en la trama principal y otras no lo harán, pero nunca olvides lo que estás escribiendo: la historia de un crimen. Mantenlo siempre presente porque éste es el segundo de los elementos esenciales a la hora de escribir novela de misterio: lo importante es el crimen y los pasos que hay que dar hasta llegar a su resolución.
Todo lo demás es accesorio. Está ahí para hacer más entretenida la novela, para distraer al lector con las subtramas o con pistas falsas, o puede que su presencia en la novela se deba a la necesidad de explicar alguna parte del pasado de alguno de los personajes, de manera que el lector pueda entender su forma de pensar o actuar. Sin embargo, no te pierdas en el laberinto que tú mismo has construido. Volvemos a repetirlo: lo importante es el crimen. Cíñete a él.
3. Da al asesino un motivo poderoso
Poderoso y verosímil. Nadie, salvo quizá un psicópata, mata a otra persona porque sí. Siempre hay una razón.
Ahora bien, esa razón debe ser lo suficientemente importante como para que el criminal decida cometer el mayor de los crímenes: un asesinato.
Por otra parte, el motivo también ha de ser verosímil. En una novela policíaca que he leído recientemente, el motivo que el escritor proporciona al asesino para que éste cometa sus crímenes es tan absurdo que cualquier explicación que intente buscarse jamás se encontrará, precisamente porque la razón que motiva los crímenes no es aceptable para una mente lógica. No es verosímil y, por tanto, el crimen pierde uno de los tres pilares que sustentan todo asesinato: motivo, medio y oportunidad.
Explicación:
espero haberte ayudado