Respuestas
De las muchas impresiones destacaremos las siguientes. Primero. Es una realidad, no solo por lo que pude percatarme, sino por lo que cotidianamente se informa a través de los medios de difusión y por la correspondencia particular, el uso y disfrute que hacen los españoles de sus espacios verdes que lo mismo son plazas arboladas que senderismo en la multiplicidad de parques públicos y bosques que rodean pueblos y ciudades: la seguridad en el campo produce que los ciudadanos españoles y muchos extranjeros disfruten de la naturaleza. Un ejemplo de ello es la ordenada visita a las Islas Cíes en la ría de Vigo, el recorrido de muchos pueblos pertenecientes a las rías bajas acompañado el trayecto por sendos vinos albariños o el buen estado de pueblos y caseríos que rodean a la ciudad de Santiago de Compostela.
El esquema opuesto es lo que ha ido sucediendo en el campo mexicano, puesto que desde mediados de los años de 1980 la progresiva inseguridad produjo el terrible estado que hoy define las veredas, bosques, playas y parques mexicanos. En los años de 1960 y 1970 las familias tranquilamente podían hacer días de campo en el Estado de México, Guanajuato o Jalisco; los más experimentados y entusiastas acampaban en las playas de Michoacán, Sinaloa o Veracruz; los jóvenes discotequeros tomaban carro a medianoche para llegar temprano a Acapulco o el afán gastronómico provocaba comer lonches en las granjas menonitas de Durango, Mole Poblano en Tepeaca o fresas con crema ¡¡en Chalco!! Hoy en 2019, pero viene de años atrás, hacer lo descrito líneas arriba puede resultar en un atentado a la integridad física de las familias.
¿Por qué hemos llegado a semejante estado de inseguridad? Porque las autoridades en sus diferentes niveles de gobierno no han hecho su trabajo, no han brindado seguridad que es uno de los tres elementos básicos del contrato social, o peor, se han ligado y asociado con el crimen organizado.
El segundo tema a discutir son las vías de comunicación. Para desplazarme a Galicia, Andalucía y la Comunidad de Madrid utilicé ferrocarriles, aviones y auto particular. Los trenes AVE, ALVIA y de Cercanías son muy buenos, limpios, puntuales; no todo es miel sobre hojuelas porque me tocó huelga de un día de empleados ferrocarrileros que dificultó, que no canceló mi trayecto a Jerez de la Frontera. En cuanto a los aeropuertos, el de Vigo es muy moderno, pero tiene que superar la competencia con el de Santiago haciendo un todo organizado respecto a mecánicos y autoridades aeronáuticas. Como siempre, muy eficiente la terminal 4 de Barajas y en cuanto al aeropuerto de Sevilla me recordó a los mexicanos. Finalmente, respecto a las carreteras, España las transformó de una vías estrechas, que a manera de burla el comic Asterix las mostraba llenas de baches desde el tiempo del Imperio Romano, a la actual red de autopistas y carreteras vecinales perfectamente asfaltadas y señalizadas.
La realidad opuesta es lo que en el tema de los trenes sucedió en México desde los años de 1930. La Revolución Mexicana tuvo diversos aciertos, pero uno de los errores fundamentales de la postrevolución fueron los errores en la empresa estatal Ferrocarriles de México. Autoridades y sindicato terminaron por quebrar un transporte que hoy 2019 debería ser ejemplo de modernidad. No se nos debe olvidar que fue el gobierno de Salinas de Gortari, quien le dio la estocada final a los moribundos ferrocarriles de pasajeros para privilegiar al pulpo camionero que hoy domina el transporte de personas a lo largo y ancho de la república. ¿Dónde quedó el proyecto del tren de alta velocidad a Querétaro en tiempos de Peña? Todavía no terminan el trenecito elevado (muy caro) a Toluca cuando las vías europeas mayoritariamente, aunque vayan en medio de los Alpes, van a ras del suelo. ¿Se hará y terminará el Tren Maya y se modernizará el tren del istmo de Tehuantepec? No sabemos, pero desde mi óptica ambos son proyectos necesario.