• Asignatura: Historia
  • Autor: luanayah18
  • hace 4 años

Por qué las dos grandes potencias estaban interesadas en nicaragua y Costa rica?

Inglaterra,Estados Unidos

=Estaban interesados en Nicaragua y Costa Rica por la ruta de transito ​

Respuestas

Respuesta dada por: cdj695046
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Respuesta: La intervención armada de Estados Unidos de Norteamérica a la República de Panamá en 1989 y las constantes agresiones y “vigilancia” que ejerce nuestro vecino en la vida interna de diferentes países de Centroamérica, nos invitan a reconstruir la historia de los “istmos centroamericanos”. En particular, resulta interesante la del Istmo de Tehuantepec, porque esta región no ha estado bajo el dominio de ninguna nación extranjera, pero en los últimos años han empezado a llegar capitales japoneses y tienen fuertes intereses en obtener la concesión para construir una carretera transístmica en esta zona que además de ser petrolera tiene una gran capacidad de desarrollo y muchos conflictos sociales. Éstos son tan sólo algunos elementos que justifican desempolvar el pasado, para recordar el ancestral y persistente juego de intereses internacionales que ha habido en esta parte del continente Americano.

Nicaragua, Panamá y Tehuantepec constituyen las regiones más estrechas del continente Americano, lo cual las ha convertido en lugares codiciados por las grandes potencias del siglo pasado. Estados Unidos, Inglaterra y Francia deseaban construir un paso transístmico entre los océanos Atlántico y Pacífico, que acortara las distancias comerciales entre Oriente y Occidente. De tal suerte, que las “cinturas” de América fueron incluidas en el mismo paquete de estudios técnicos, negociaciones, intriga y corrupción, por parte de los países que se disputaban la hegemonía comercial y política del mundo.

El expansionismo implacable de Estados Unidos, la competencia europea y norteamericana por ganar mercados en el nivel mundial y, finalmente, el colonialismo persistente de estas potencias, fueron factores para que estos países fijaran sus miradas sobre las regiones centroamericanas llamadas por ellos “istmos centroamericanos”, sobre las cuales se empeñaron en obtener posesión, o por lo menos, concesiones de paso en algunos de estos puntos. La finalidad era abrir un canal que acortara las distancias entre las rutas comerciales. Esta nueva vía evitaría dar la vuelta a todo Sudamérica y pasar por Cabo de Hornos o por el Estrecho de Magallanes, como siempre se había hecho hasta mediados del siglo pasado.

Estados Unidos de Norteamérica tuvo fuertes y diversos intereses en este asunto. Durante la primera mitad del siglo pasado, deseaba comunicar sus puertos de la costa este con los nuevos puertos de la costa oeste, que se desarrollaban cada vez más con el descubrimiento del oro en California. Si lograba construir un paso transístmico, la marina mercante de Estados Unidos se ahorraría 11 174 km, equivalentes a 40 días de viaje, aproximadamente. Más tarde, le resultó fundamental tener vías de acceso más rápidas sobre ambas costas de América para ganar los espacios comerciales que tenía Inglaterra. Cuando se hizo un paso interoceánico (1850) y empezó a conquistar los mercados de la mayoría de los países americanos, su deseo de expansión se convirtió en una obsesión de carácter estratégico-militar. Y hacia finales de siglo, cuando el país del norte equiparó su fuerza económico-productiva y su potencial bélico al de su “madre patria”, la lucha contra los países europeos por controlar alguna ruta entre los dos océanos tomó un carácter político y de interés por dominar y ejercer influencia sobre todo el continente.

Francia e Inglaterra, por su parte, también deseaban tener una ruta más corta y directa entre los puertos europeos y los de China, Japón y Australia, pero no practicaron una política tan agresiva como la de Estados Unidos: primero vendieron sus posesiones continentales, después poco a poco perdieron los mercados de América y por último, en el umbral del siglo XX, casi había desaparecido por completo su dominio sobre la región. En cambio, la nueva sociedad norteamericana y sus gobernantes llevaron a la práctica sus intereses expansionistas, al tiempo que iban construyendo, desde principios del siglo pasado, un muro de contención frente a Europa.

No sólo estaban orgullosos de su sistema político, el cual deseaban extender a otros países de América, sino que en 1823, ante los intentos de España por recuperar sus colonias en América, el presidente norteamericano lanza la Doctrina Monroe.1 En ella se advierte a las potencias europeas que cualquier agresión o intervención contra alguna nación americana será vista como una demostración de sentimientos poco amistosos hacia Estados Unidos. El complemento perfecto y la justificación expansionista de esta nación fue el Destino Manifiesto.2

Explicación:

espero te sirva


luanayah18: gracias :"v
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