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Explicación:
Hedy Lamarr (Viena, 9 de noviembre del 1914) fue catalogada como «la mujer más bella de la historia del cine», y una de las grandes estrellas de la MGM. Formada en ingeniería fue también una notable inventora que en los años 40 hizo una contribución que años después se revelaría como sorprendente: una innovación en las telecomunicaciones que anticipaba el WIFI y el Bluetooth así como los métodos CDMA que han venido utilizando tecnologías como el GPS y las comunicaciones 3G.
Ahora se publica Éxtasis y yo, su autobiografía, gracias a la editorial Notorius, con prólogo de Diego Moldes y epílogo de Guillermo Balmori.
Lamarr alcanzó la fama con su verdadero nombre: Hedwig Eva Maria Kiesler a una edad muy temprana, 16 años. Esta joven de ilustre familia judía había sido filmada en una cinta altamente provocativa y famosa por filmarla en un orgasmo en el que se veía un primer plano de su cara: Éxtasis. Algunos años después, tras abandonar a su marido, un fabricante de armas nazi, conoce a Louis B. Meyer. ¿Fue también espía antes de viajar a Estados Unidos? Eso no está claro, pero bien podría ser.
En noviembre de 2015 la actriz volvía a la fama gracias a un Doodle de Google ¿qué ocurría? Era el 101 aniversario de su nacimiento, pero además Google quería recordarla por su gran aportación a las telecomunicaciones: una patente de 1942 titulada Secret Communication System. Estaba concebida para el teleguiado de torpedos. No fue tenida en cuenta por la Navy, que contaba entonces con algunos otros sistemas secretos. La patente sin embargo salía a la luz en los años 50, estaba firmada por el compositor de vanguardia George Antheil.
El ingenioso truco consistía en emitir las señales en distintas frecuencias, de modo que la comunicación era prácticamente imposible de interceptar. Es una tecnología de salto de frecuencia de la que derivan directamente otras como el Bluetooth, y desde un punto de vista amplio, también algunos aspectos imprescindibles del WIFI y del GPS.
Lamarr, mujer renacentista, contaba en su casa con una mesa de dibujo en la que plasmaba sus invenciones. Era una mujer de elevadísima inteligencia a la que no bastó su relevancia como actriz. Insaciable en lo intelectual y en lo sentimental (6 maridos) merece ser recordada y este libro contribuye a ello.