Respuestas
Respuesta:
deLa arquitectura romana tiene sus primeros orígenes en la etrusca, a la que luego se añadió el influjo de la griega, sobre todo después de las guerras púnicas, y por lo tanto presenta rasgos de ambas. Hoy se hace datar la arquitectura romana a la fecha en que se construyeron la primera vía y el primer acueducto. Por esta época, y durante las conquistas de Roma en Sicilia y en la misma Grecia, los generales romanos solían llevarse como trofeo de sus victorias gran cantidad de objetos artísticos. Por otro lado, los artistas griegos y etruscos, atraídos por el poder económico de la señora del Mediterráneo, llevaron a Roma el gusto e incluso la pasión por las bellas artes y en sus escuelas se formaron artistas romanos. Pero no será sino hasta el final del período helenístico cuando la arquitectura romana presente rasgos propios realmente ddiferenciado. Las antiguas edificaciones romanas se asemejaban en todo a las etruscas, y estaban formadas por sólidos aparejos de enormes bloques de piedra labrada o en bruto y sentadas en seco. Se caracteriza por haber adoptado el lenguaje externo de la arquitectura griega clásica, a la que le agregó varias innovaciones originales. Los dos estilos a menudo se consideran un cuerpo, lo que se conoce como arquitectura clásica. La arquitectura romana floreció en la República romana y más aún bajo el Imperio, cuando se construyó la gran mayoría de los edificios supervivientes. Usó nuevos materiales, particularmente el hormigón romano, y tecnologías como el arco de medio punto, la arcada, la bóveda y la cúpula para hacer edificios que normalmente eran fuertes y bien diseñados.
La arquitectura romana se irá configurando en los siglos venideros, gracias a los contactos con otros pueblos y culturas del Mediterráneo. Las civilizaciones etrusca y griega, las más cercanas y potentes de su entorno, dejarán honda huella en los comienzos de Roma. Cuando su expansión imperialista le lleve al otro extremo del Mare Nostrum también será seducida, en menor medida, por el exotismo de Egipto y de otros pueblos de Oriente Próximo.
En un principio, la arquitectura romana fue muy austera, limitada a la construcción de edificios de utilidad práctica. Los ornamentos escultóricos y pictóricos estaban muy limitados y casi ausentes de todas las construcciones, sobre todo durante la monarquía. No fue sino hasta el Sitio de Siracusa, en 214-212 a. C., cuando el gusto por las bellas artes comenzó a ejercer una gran influencia en la sociedad romana.
En el 144 a. C., Grecia pasó a ser una provincia romana, y muchos artistas griegos, reducidos a la esclavitud, pasaron a trabajar a Roma. También contribuyeron al avance del gusto artístico en Roma el triunfo de Lucio Emilio Paulo Macedónico en la Batalla de Pidna, de donde extrajo muchos tesoros artísticos, además de los saqueos de Lucio Cornelio Sila Félix a los templos de Delfos, Olimpia y Epidauro, los tesoros extraídos por Octavio de Alejandría y el asalto de Publio Cornelio Dolabela a muchos templos de Asia. Todos esos tesoros fueron a parar a Roma, dando lugar a un refinamiento del gusto artístico como no se había conocido antes. El primer templo en mármol que se construyó en Roma fue edificado por orden del cónsul Quinto Cecilio Metelo Pío, con los arquitectos lacedemonios Sauro y Batraco.