Respuestas
Respuesta:
Es fácil percatarse de la principal acusación que puede esgrimirse contra este
libro: su enfoque racionalista. Y sí, es cierto que hemos enarbolado una metodología
filosófica en cuyo centro yace la razón crítica y discursiva como la mayor fuerza del
hombre para desgranar los mecanismos del mundo, conocerse a sí mismo y penetrar en
el seno de otras mentes. La voluntad, la intuición o el sentimiento, poderes
inmensamente creativos en la existencia individual y colectiva, no nos abren a la
dimensión de universalidad que brinda la razón. Y los problemas dilucidados en esta
obra presentan una característica común: son universales; interpelan a todo ser humano
con independencia de los influjos culturales, religiosos y emocionales que operen sobre
su espíritu. En cualquier caso, y conscientes de que la opción metodológica por la razón
como lente apta para revelarnos los secretos del mundo y de la mente adolece de una
flaqueza irremisible, hemos incorporado una tercera sección, en la que especularemos
brevemente sobre la relación entre la ciencia, el arte y la filosofía, y donde intentaremos
discernir los límites de la razón, así como el modo más fecundo de trascenderlos y de
preludiar la mente del futuro. Pero hemos de recalcar una idea que encarna al mismo
tiempo una convicción firme: creer que la razón constituye el mejor instrumento para
progresar, y que las alusiones a "misterios", "místicas" y "sentimientos" son falaces si
pretenden sustituir el vigor de la razón como herramienta cognoscitiva por antonomasia,
no merma la riqueza de la vida. Nadie dice que todo en la existencia del hombre sea
razón, sino que, para adquirir conocimiento, sólo la criba racional y empírica es
satisfactoria. La ventaja de una perspectiva basada en la razón estriba precisamente en
ofrecernos una posibilidad inacabada y una exhortación inagotable: el cuestionamiento
de nuestros propios principios.
Explicación:
espero que te sirva