• Asignatura: Salud
  • Autor: estefanymireles02101
  • hace 4 años

Tenemos el mismo número de células al nacer qué cuándo vamos creciendo? ​


camiloobregon72: No tenemos

Respuestas

Respuesta dada por: 24075
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Respuesta:

Un equipo del Departamento de Medicina Especializada, Diagnóstica y Experimental de la Universidad de Bolonia liderado por Eva Bianconi ha calculado algo realmente difícil de concretar: ¿cuántas células tiene una persona? Lo cierto es que hasta hace muy poco tiempo no teníamos los conocimientos suficientes para responder esta pregunta.

Disponíamos solo de los cálculos realizados a lo largo de los dos últimos siglos: una cantidad extremadamente imprecisa, un número aproximado en una franja comprendida entre los cinco billones… ¡y los 200 trillones! ¿Cómo concretar tamaña inconcreción? Bianconi y sus colegas retrocedieron en el tiempo, revisando la literatura científica existente al respecto, para empezar a contar de nuevo. Luego definieron un prototipo de ser humano: varón, de unos 30 años de edad, 1,72 metros de estatura, 70 kilos de peso y con una "superficie" de 1,85 metros cuadrados (un concepto más fácil de entender si imaginamos que a ese prototipo le pasa una apisonadora por encima).

Precisión milimétrica

A partir del peso del esqueleto, calcularon las células necesarias para conformar esa estructura ósea, a la que sumaron las células contenidas en cada uno de los órganos. Abriéndose camino milímetro a milímetro a través de cada una de las "piezas" que constituyen nuestro cuerpo, contabilizaron huesos, tejido adiposo, músculos, cartílago, sangre, vasos capilares, venas, arterias… Todo. Finalmente, pudieron arrojar una cifra mucho más precisa que todas las anteriores: tenemos alrededor de 37,2 billones de células.

Pero, ¿son todas nuestras? Al parecer, no. Según acaban de publicar Peter Kramer y Paola Bressa, dos investigadores del Departamento de Psicología de la también italiana Universidad de Padua, el cuerpo humano es en realidad un superorganismo formado por una maraña de lo que ellos denominan "entidades egoístas", polizones infiltrados en nuestro cuerpo que, en realidad, velan por sus propios intereses, a veces contrarios a los del resto de las células que componen el huésped que los alberga. Un fenómeno llamado microquimerismo.

También es posible poseer células de nuestro hermano gemelo e incluso de uno que quizá nunca llegó a nacer

Un estudio realizado por investigadores neerlandeses de la Universidad de Leiden a partir de las autopsias de 26 mujeres que habían fallecido durante el embarazo, o inmediatamente después del parto, y que esperaban hijos varones mostró que todas ellas tenían cromosomas Y en los órganos analizados, como el cerebro, el corazón o el riñón. Algunas, incluso, albergaban células fetales que se incorporaron a su organismo durante el embarazo (de un varón) y que habían llegado a configurar un "riñón macho".

También es posible poseer células de nuestro hermano gemelo e incluso de uno que quizá nunca llegó a nacer. Además, otra "gente" suele colarse también en nuestro interior, donde llevan una vida aparte: ese ha comprobado que determinados microbios y virus se aposentan en especial en nuestros cerebros e intestinos y alteran nuestro comportamiento.

¿Quiénes somos en realidad?, se preguntarán muchos, con inquietud. Aunque la respuesta es difícil, al menos ya sabemos una cosa más. Se acabó aquello de decir que "no somos nadie". Más bien deberemos ir aceptando que somos "un montón" para ir aprendiendo a lidiar con nuestro super organismo y bajarle los humos al (súper) ego.

Explicación: espero que te sirva

Respuesta dada por: malitziborges
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Respuesta:

Un equipo del Departamento de Medicina Especializada, Diagnóstica y Experimental de la Universidad de Bolonia liderado por Eva Bianconi ha calculado algo realmente difícil de concretar: ¿cuántas células tiene una persona? Lo cierto es que hasta hace muy poco tiempo no teníamos los conocimientos suficientes para responder esta pregunta.

Disponíamos solo de los cálculos realizados a lo largo de los dos últimos siglos: una cantidad extremadamente imprecisa, un número aproximado en una franja comprendida entre los cinco billones… ¡y los 200 trillones! ¿Cómo concretar tamaña inconcreción? Bianconi y sus colegas retrocedieron en el tiempo, revisando la literatura científica existente al respecto, para empezar a contar de nuevo. Luego definieron un prototipo de ser humano: varón, de unos 30 años de edad, 1,72 metros de estatura, 70 kilos de peso y con una "superficie" de 1,85 metros cuadrados (un concepto más fácil de entender si imaginamos que a ese prototipo le pasa una apisonadora por encima).

Precisión milimétrica

A partir del peso del esqueleto, calcularon las células necesarias para conformar esa estructura ósea, a la que sumaron las células contenidas en cada uno de los órganos. Abriéndose camino milímetro a milímetro a través de cada una de las "piezas" que constituyen nuestro cuerpo, contabilizaron huesos, tejido adiposo, músculos, cartílago, sangre, vasos capilares, venas, arterias… Todo. Finalmente, pudieron arrojar una cifra mucho más precisa que todas las anteriores: tenemos alrededor de 37,2 billones de células.

Pero, ¿son todas nuestras? Al parecer, no. Según acaban de publicar Peter Kramer y Paola Bressa, dos investigadores del Departamento de Psicología de la también italiana Universidad de Padua, el cuerpo humano es en realidad un superorganismo formado por una maraña de lo que ellos denominan "entidades egoístas", polizones infiltrados en nuestro cuerpo que, en realidad, velan por sus propios intereses, a veces contrarios a los del resto de las células que componen el huésped que los alberga. Un fenómeno llamado microquimerismo.

También es posible poseer células de nuestro hermano gemelo e incluso de uno que quizá nunca llegó a nacer

Un estudio realizado por investigadores neerlandeses de la Universidad de Leiden a partir de las autopsias de 26 mujeres que habían fallecido durante el embarazo, o inmediatamente después del parto, y que esperaban hijos varones mostró que todas ellas tenían cromosomas Y en los órganos analizados, como el cerebro, el corazón o el riñón. Algunas, incluso, albergaban células fetales que se incorporaron a su organismo durante el embarazo (de un varón) y que habían llegado a configurar un "riñón macho".

También es posible poseer células de nuestro hermano gemelo e incluso de uno que quizá nunca llegó a nacer. Además, otra "gente" suele colarse también en nuestro interior, donde llevan una vida aparte: ese ha comprobado que determinados microbios y virus se aposentan en especial en nuestros cerebros e intestinos y alteran nuestro comportamiento.

¿Quiénes somos en realidad?, se preguntarán muchos, con inquietud. Aunque la respuesta es difícil, al menos ya sabemos una cosa más. Se acabó aquello de decir que "no somos nadie". Más bien deberemos ir aceptando que somos "un montón" para ir aprendiendo a lidiar con nuestro super organismo y bajarle los humos al (súper) ego.

Explicación:

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