• Asignatura: Castellano
  • Autor: juanjoserada05
  • hace 4 años

Por qué creen que la época de Sor Juana Inés solamente los hombres podían Acceder al conocimiento y a los libros

Respuestas

Respuesta dada por: fregosoangel17
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Respuesta:

ra valorar la obra de Sor Juana a la luz de los análisis feministas contemporáneos es necesario llevar a cabo una lectura problemática. Por cierto, hablar del feminismo de Sor Juana Inés de la Cruz es tópico. Octavio Paz, en su monumental biografía, la considera, sin ningún titubeo, una “feminista”. También Dorothy Schons, Jean Franco, M. Isabel Santa Cruz, es Ramón Xirau (entre otros estudiosos) la tildan de feminista. Asimismo, la cineasta argentina María Luisa Bemberg, en el film Yo, la peor de todas, la retrata, con fuertes y controvertibles trazos, como una feminista de fuste. Pero, ¿pertinente aplicar ese calificativo a Sor Juana Inés? Y si es así, ¿en qué consiste su feminismo?1​

Este es el sentido de los siguientes epígrafes: lectura feminista y lecturas desde el feminismo o estudios de género.

Índice

1 Lectura feminista

2 Otras lecturas desde el feminismo

2.1 Contexto: América Colonial y Barroco

2.2 Subjetividad

2.3 Conocer y participar

2.4 América

3 Notas

4 Bibliografía

Lectura feminista

Entre los estudiosos de Sor Juana Inés de la Cruz, ha habido discusión sobre el presunto feminismo que cierto sector de la crítica le atribuye a la monja. Los feministas han querido ver, en la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz y en la redondilla Hombres necios, auténticos documentos de liberación femenina. Otros eruditos, principalmente Antonio Alatorre, refutan esta teoría. Para Alatorre, la redondilla satírica en cuestión carece de rastros feministas, y ofrece en cambio un ataque moral que señala la hipocresía de los hombres seductores, cuyos precedentes pueden encontrarse en autores como Juan Ruiz de Alarcón: no era nada nuevo atacar la hipocresía moral de los hombres con respecto a las mujeres. La Respuesta solo se limita a exigir el derecho a la educación de la mujer, pero restringiéndose a las costumbres de la época. No se trata de una crítica directa; es una defensa personal, a su derecho al saber, al conocimiento, a la natural inclinación por el saber que le otorgó Dios.2​

Para Stephanie Marrim, no puede hablarse de feminismo en la obra de la monja, pues solo se limitó a defenderse: las alusiones feministas de su obra son estrictamente personales, no colectivas.3​ Según Alatorre, Sor Juana decidió neutralizar simbólicamente su sexualidad a través del hábito de monja.4​ Sobre el matrimonio y su ingreso al convento, la Respuesta afirma:

Aunque conocía que tenía el estado cosas […] muchas repugnantes a mi genio, con todo, para la total negación que tenía al matrimonio, era lo menos desproporcionado y lo más decente que podía elegir en materia de la seguridad que deseaba de mi salvación.

Es indiscutible, de acuerdo con la mayoría de los filólogos, que Sor Juana abogó por la igualdad de los sexos y por el derecho de la mujer a adquirir conocimientos. El mismo Alatorre lo reconoce: «Sor Juana, la pionera indiscutible —por lo menos en el mundo hispanohablante— del movimiento moderno de liberación femenina».5​

En esta misma línea, la estudiosa Rosa Perelmuter, al analizar diversos rasgos de la poesía sorjuanesca —la defensa de los derechos de la mujer, sus experiencias personales y una relativa misandria— concluye que Sor Juana privilegió siempre el uso de la voz neutra en su poesía, a fin de lograr una mejor recepción y crítica.6​

El Primero sueño, la obra lírica más famosa de Sor Juana, incluye sendas alusiones a fluidos corporales femeninos, como la menstruación o la lactancia. En la tradición literaria medieval se creía que el flujo menstrual alimentaba al feto y luego se convertía en leche materna; esta coyuntura es aprovechada por la poetisa para recalcar el importantísimo papel de la mujer en el ciclo de la vida, creando una simbiosis que permita identificar el proceso con un don divino.7​8​

Marcelino Menéndez y Pelayo y Octavio Paz consideran que la obra de Sor Juana rompe con todos los cánones de la literatura femenina. Desafía el conocimiento, se sumerge por completo en cuestiones epistemológicas ajenas a la mujer de esa época y muchas veces escribe en términos científicos, no religiosos.9​

De acuerdo con Electa Arenal, toda la producción de Sor Juana —especialmente El sueño y varios sonetos— refleja la intención de la poetisa de crear un universo, al menos literario, donde la mujer reinará por encima de todas las cosas. El carácter filosófico de estas obras le confiere a la monja la oportunidad invaluable de disertar sobre el papel de las mujeres, pero apegándose a su realidad social y a su momento histórico.10​

Otras lecturas desde el feminismo

Véanse también: Estudios de Género y Monacato femenino.

A finales del siglo XIX, la creación del término feminismo puso nombre al pensamiento crítico y a la lucha de las mujeres que se venía produciendo desde tiempo atrás.11

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